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Moscú. Reuters. La periodista rusa Ana Politkovskaya, abiertamente crítica de la guerra en Chechenia, fue asesinada a tiros en su bloque de apartamentos en el centro de Moscú.
Politkovskaya, que tenía dos hijos, era muy conocida en Rusia por escribir sobre abusos de los derechos humanos por parte de tropas rusas y siguió siendo crítica de la campaña de Moscú pese a la presión gubernamental.
“Lo primero que se viene a la mente es que Ana fue asesinada por sus actividades profesionales. No vemos otro motivo para este terrible crimen”, dijo Vitaly Yaroshevsky, redactor jefe adjunto de Novaya Gazeta , el periódico en el que trabajaba la reconocida reportera.
La publicación bisemanal es conocida por ser bastante crítica con el Kremlin.
El trabajo de Politkovskaya como reportera de guerra suponía a menudo estar bajo la atenta mirada de políticos rusos y, a veces, de los servicios de seguridad. Había sido detenida y se quejó de haber sido amenazada en ocasiones.
La periodista fue negociadora con rebeldes chechenos que tomaron un teatro de Moscú en el 2002.
Dos años después no pudo informar sobre el asalto contra el colegio de Beslan, cuando rebeldes chechenos tomaron a cientos de niños como rehenes. En su lugar, debió ser llevada al hospital por intoxicación tras beber té en un avión.
La agencia Interfax citó a fuentes policiales diciendo que su cadáver fue descubierto en un ascensor por un vecino pasadas las cinco de la tarde. Agentes de policía encontraron una pistola y cuatro balas abandonadas en el ascensor.
Grupos de defensa de los derechos de los periodistas condenaron su asesinato en todo el mundo.
