Santiago. EFE y AFP. El próximo Gobierno chileno, que presidirá Michelle Bachelet, profundizará la política económica actual y procurará avanzar en lo social con un programa de unos $6.000 millones para favorecer a los más pobres.
El "compromiso de la presidenta Bachelet es continuar profundizando estas políticas (económicas), perseverando en la estabilidad y por supuesto avanzar en lo social", subrayó ayer el futuro ministro de Hacienda, Andrés Velasco.
Velasco, que participó en una reunión del futuro equipo económico con la presidenta electa, descartó la posibilidad de un aumento de impuestos y anunció que el gobierno que asumirá el 11 de marzo mantendrá la política de no inmiscuirse en el tipo de cambio.
"La política cambiaria y monetaria la lleva el Banco Central y es autónomo. El Banco Central va a llevar a acabo su labor y le va a dar a Chile un tipo de cambio competitivo", precisó.
El gobierno de Bachelet también acatará la regla del gobierno de Ricardo Lagos, que establece que en un período de cinco años debe existir como promedio un superávit fiscal del uno por ciento del PIB, independiente de los balances de cada año, subrayó.
Para Velasco, la tarea más relevante de los próximos cuatro años será consolidar el crecimiento económico y dar un salto al desarrollo sin descuidar la protección social.
El programa social de Bachelet demandará un gasto de unos $6.000 millones, que está "plenamente financiado" con el crecimiento económico proyectado para el período, el alto precio a largo plazo del cobre y con los esfuerzos permanentes que hace cualquier gobierno contra la evasión, señaló.
Velasco, profesor de la Universidad estadounidense de Harvard y sin militancia política, indicó que el programa social demandará un gasto que subirá año a año y en el 2009 equivaldrá al 2% del producto interno bruto.
Bachelet anunció el lunes a su gabinete de 20 ministros, en el cual habrá 10 hombres y 10 mujeres, así como políticos reconocidos y "rostros jóvenes". Además de Velasco en Hacienda, a la lista se suman el economista Alejandro Foxley como canciller y Vivianne Blanlot como ministra de Defensa.