Bagdad. EFE y Reuters. Al menos 82 personas murieron y 150 resultaron heridas en la explosión de un oleoducto en las cercanías de la ciudad de Diwaniya, a 200 kilómetros al sur de Bagdad, informó un portavoz de la policía.
Una crisis de combustible afecta al país rico en petróleo y muchos iraquíes están desesperados por conseguir gasolina.
La explosión se produjo poco después de la medianoche de ayer cuando numerosas personas se congregaban cerca del oleoducto aparentemente para robar petróleo, dijo a los periodistas el coronel Saleh Karim.
La fuente indicó que los heridos son de diversa consideración, que casi la mitad de los cadáveres están carbonizados y que las autoridades intentan identificar al menos a 40 de ellos.
“Algunos de los heridos tienen quemaduras en el 75 % de sus cuerpos”, dijo Hamid Jaafi, un funcionario del área de salud en Diwaniya, agregando que creía que la cifra de muertos aumentaría.
Cuerpos mutilados yacían al lado de un cráter de al menos 10 metros de ancho. Un testigo dijo que aún había cuerpos en el lugar que no habían sido recuperados.
El suceso ocurrió en la localidad de Al Sudeir, a 25 kilómetros al sur de Diwaniya, cuando muchas personas perforaron el oleoducto para extraer gasolina, dijo Karim, que atribuyó lo sucedido a una chispa.
Karim explicó que el oleoducto se utilizaba para transportar gas licuado antes de la primera guerra del Golfo (1991), pero desde hace varios años servía para el transporte de gasolina.
Desde la invasión de Iraq, en marzo del 2003, este país padece escasez en los productos derivados de petróleo, especialmente gasolina, y son normales filas de vehículos en las gasolineras.
“El gobierno tiene la culpa de esto. Elevó los precios del combustible y forzó a la población a hacer cosas peligrosas”, dijo un anciano en el lugar.
Los precios del combustible se han incrementado a medida que el Gobierno elimina subsidios tras un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Además del accidente, Diwaniya es escenario desde hace varios días de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y milicianos chiitas, que solo ayer causaron al menos 70 muertos.