Pinellas Park (EE. UU.) Reuters. Terri Schiavo, la mujer con daño cerebral permanente que desató una polémica en Estados Unidos sobre el derecho de un paciente a morir, falleció ayer en el estado de Florida a los 41 años, 13 días después de que se le retirara la sonda que la alimentaba.
En medio de una gran publicidad que marcó los últimos días de su vida, el cuerpo de la mujer fue sacado del hospicio bajo fuerte custodia policial para que le practicaran una autopsia.
Schiavo tuvo una "muerte tranquila, pacífica y suave", dijo George Felos, abogado de su esposo, Michael Schiavo, quien se enfrentó a los padres, Bob y Mary Schindler, en una agria batalla judicial por lo que él decía que era del deseo de ella a morir en tales circunstancias.
"Esto no es solo una muerte con toda la tristeza que conlleva. Esto es un asesinato", dijo Frank Pavone, un sacerdote católico que visitó a Schiavo poco antes de que falleciera.
Schiavo falleció horas después de que la Corte Suprema rechazara otra apelación de última hora de sus padres para que le volvieran a insertarle el tubo de alimentación que la mantenía con vida.
Schiavo se hallaba en lo que, de acuerdo con el criterio aceptado por los tribunales, era un estado vegetativo permanente desde que sufrió un ataque cardíaco en 1990, que impidió la debida oxigenación del cerebro, causando daños irreparables.
Duelo. Los tribunales favorecieron siempre a su esposo y guardián legal, Michael Schiavo, en cuando a que ella no hubiera querido vivir así y que debían dejarla morir.
Michael Schiavo estaba con su esposa cuando ella murió en horas de la mañana en el hospicio en la localidad de Pinellas Park, Florida, donde era atendida.
Los hermanos de Terri, Suzanne Vitadamo y Bobby Schindler, que a menudo le suplicaron al Gobierno que interviniera para evitar la muerte, instaron a sus partidarios a no recurrir a la violencia.
"Las palabras amenazadoras deshonran nuestra familia, nuestra fe y a nuestra hermana Terri", dijo Vitadamo, leyendo un comunicado. "Quisiéramos pedirles a todos los que apoyaron a nuestra familia que sean amables en sus palabras y acciones con los otros".
Los Schindler ganaron el apoyo de activistas cristianos conservadores, en contra del aborto y defensores de los minusválidos, así como de políticos republicanos.