Kirov, Rusia
El principal opositor al Kremlin, Alexei Navalny, evitó este miércoles ingresar a prisión después de que el tribunal de apelación conmutara en pena condicional la sentencia de cinco años de cárcel dictada en julio, durante un controvertido juicio.
Navalny salió así libre del tribunal, a pesar de que su condena por malversación, sigue en vigor.
"Cambiar el veredicto del 18 de julio respecto a Navalny y (su coacusado) Ofitser, y considerar las penas dictadas como penas condicionales", declaró la juez, quien leyó la decisión del tribunal al finalizar un juicio en apelación que duró menos de tres horas.
La fiscalía había pedido sin sorpresa rechazar la apelación y confirmar la pena de 5 años de detención para Alexei Nalavny, y 4 años para Piotr Ofitserov.
El veredicto supone una victoria para el opositor, pero este abogado de 37 años conocido por sus investigaciones anticorrupción publicadas en su página en Internet, indicó que recurrirá en casación para lograr la anulación completa de la acusación.
El opositor, mostrando como acostumbra una pegatina "Putin - ladrón!" colocada en su ordenador, había reclamado ante el tribunal la anulación de la condena.
"La acusación ha sido fabricada por el comité de investigación en Moscú y tiene motivaciones políticas evidentes", declaró.
El opositor fue declarado culpable en julio, con Piotr Ofitserov, de haber organizado el desvió de unos 16 millones de rublos ( € 400.000) en detrimento de una empresa forestal pública en 2009, cuando era consultante de un gobernador liberal de la región.
Siempre ha denunciado las acusaciones como absurdas, y explicado que la empresa forestal había sido pagada.
"¿Cómo han podido evaporarse esos 16 millones de rublos?", lanzó durante su audiencia, y denunció el "falso testimonio" del ex director de la empresa forestal.
Su posición de opositor número uno se reforzó con el resultado de más del 27% de los votos logrados a favor en la elección en septiembre de alcalde de Moscú, ganadas sin sorpresa por el fiel del Kremlin, Serguei Sobianine.
La oleada de protesta a finales de 2011 y principios de 2012 habían consagrado a esta gran rubio de ojos azules, carismático y buen orador, como el líder más determinado de la oposición liberal.