Jerusalén
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó el acuerdo que el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Rusia, China, Reino Unido y Alemania) alcanzó anoche sobre el programa nuclear iraní y reiteró que Irán sigue siendo "una amenaza".
"Este acuerdo podría suponer un grave peligro para la región y para el mundo, y amenazar la propia supervivencia del Estado de Israel", que "no es negociable", remarcó el premier tras una reunión con el gabinete de seguridad israelí para evaluar esta cuestión.
"Ahora algunos dicen que la única alternativa a un mal acuerdo es la guerra. No es verdad. Hay una tercera alternativa que es estar firmes, aumentar la presión sobre Irán hasta que un buen acuerdo sea alcanzado", afirmó, al tiempo que exigió que cualquier pacto final se vea acompañado por un reconocimiento iraní claro e inequívoco del derecho de Israel a existir".
Sus declaraciones sucedieron a otras realizadas anoche, nada más darse a conocer los resultados de los intensos esfuerzos negociadores en Lausana, donde se alcanzó un acuerdo preliminar sobre el programa nuclear iraní.
Anoche, Netanyahu y el presidente norteamericano, Barack Obama, mantuvieron una conversación sobre ese acuerdo preliminar, que recoge los principios para un pacto definitivo en un plazo de tres meses tras doce años de enfrentamientos.
"Este acuerdo podría legitimar el programa nuclear de Irán, reforzar la economía de Irán y aumentar la agresividad de Irán y el terror en Oriente Medio y más allá", acusó Netanyahu en su conversación con el presidente estadounidense sobre un trato calificado por funcionarios israelíes de "error histórico".
Obama, por su parte, consideró que el acuerdo preliminar supone un progreso significativo hacia una solución duradera que evite que Irán desarrolle la bomba atómica, como opinan otros mandatarios que se han felicitado por el avance conseguido por el G5 e Irán.
Sin embargo, Netanyahu no cejó en su pesimismo ante un tema al que se ha opuesto incansablemente, la última vez durante la constitución días atrás de la vigésima Cámara parlamentaria israelí, y que le ha costado fuertes desavenencias con su principal aliado tradicional, Estados Unidos.
"Un acuerdo así no bloquearía el camino de Irán a la bomba. Lo pavimentaría", insistió.
Las potencias negociadoras, encabezadas por EE.UU., accedieron a diseñar un borrador a implementar en virtud del cual Irán podría mantener un programa nuclear muy reducido y bajo un estricto control a cambio de incentivos políticos y económicos, como el levantamiento de sanciones, en caso de que cumpla con lo acordado.
Pero Israel rechaza cualquier compromiso que permita a Teherán enriquecer uranio o no le obligue a trasladar a otro país el material ya enriquecido por encima del porcentaje considerado de uso civil, estimándolo una amenaza directa a su propia existencia y a la región.
Además, argumentó, "elevaría el riesgo de proliferación nuclear en la región" y de una "guerra horrible", y solicitó al presidente norteamericano que aumente la presión sobre Irán "hasta que se alcance un pacto mejor".
Hoy, políticos israelíes, algunos de ellos alejados de la esfera de influencia del premier como es el caso del antiguo ministro de Finanzas y líder del partido en la oposición "Yesh Atid", Yair Lapid, coincidieron en respaldar la visión de Netanyahu.
"Sobre la cuestión iraní, no hay oposición", recogió la edición digital del Haartez.
"A todos nos preocupa que los iraníes eludan el acuerdo e Israel debe proteger sus propios intereses de seguridad. No hay ninguna base para determinar que a Irán se le ha impedido conseguir un arma nuclear. Israel necesita trabajar con EEUU y la comunidad internacional para asegurarse de que no hay un fraude, algo que amenazará la seguridad de Israel y del mundo", afirmó Lapid.
Con el ánimo de apaciguar el frente abierto con un líder con el que no le ha sido fácil entenderse, Obama defendió que la implementación de lo acordado garantizaría "la naturaleza pacífica" del programa nuclear iraní.
"No es ningún secreto que el primer ministro israelí y yo no estamos de acuerdo en si Estados Unidos debería seguir adelante con una solución pacífica a la cuestión iraní. Si, de hecho, el primer ministro Netanyahu está buscando la manera más eficaz de garantizar que Irán no consiga un arma nuclear, ésta es la mejor opción", aseveró Obama.