El indio Kailash Satyarthi, galardonado este viernes con el Nobel de la Paz junto a la paquistaní Malala Yousafzai, ha ayudado a decenas de miles de niños tratados como esclavos por hombres de negocios o terratenientes a recuperar su libertad.
Nacido el 11 de enero de 1954, Satyarthi ha estado en primera línea desde hace 30 años contra el trabajo y la explotación infantiles en su país, donde la práctica es usual.
Satyarthi, nacido en el estado indio de Madhya Pradesh, e ingeniero eléctrico de profesión, encabeza la organización Global March Against Child Labor (marcha mundial contra el trabajo infantil), un conjunto de 2.000 grupos sociales presente en 140 países.
El Nobel de la Paz vive modestamente y siempre mantiene un bajo perfil, incluso en su propio país.
"Le doy las gracias al comité Nobel por este reconocimiento del sufrimiento de millones de niños", dijo el galardonado, quien dijo estar "encantado" con la noticia del premio, en declaraciones recogidas por la agencia Press Trust of India (PTI).
Respecto a su organización Global March Against Child Labor, Satyarthi se congratuló:"Algo que nació en India ha ido creciendo y es ahora un movimiento mundial contra el trabajo infantil".
Satyarthi inició su labor denunciando los almacenes o fábricas de India donde trabajaban menores.
Ello le permitió liberar a familias enteras obligadas a trabajar para devolver un préstamo. Explotadas e incapaces de pagar esas deudas, esas familias son a menudo vendidas a otros patronos.
El activista también ha convocado numerosas manifestaciones no violentas contra la explotación infantil, siguiendo la "tradición de Gandhi", como lo subrayó el comité Nobel al justificar el premio.
En 2007, Satyarthi había organizado una marcha de varios miles de kilómetros contra el tráfico de niños a lo largo de la frontera de India con sus vecinos asiáticos.
El presidente del comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland, recordó que "se calcula que hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo actualmente".
En el año 2000 había "78 millones de niños trabajadores más, por lo que el mundo se acerca a su objetivo de eliminar el trabajo infantil", afirmó.
"El trabajo infantil es ilegal e inmoral", afirma el propio Satyarthi en el sitio eléctrónico de su organización.
"¿Si no es ahora, entonces cuándo? ¿Si no tú, entonces quién? Si somos capaces de responder a estas preguntas fundamentales, entonces quizá podamos acabar con la mácula de la esclavitud humana" afirma Satyarthi.
Este activista es también fundador de RugMark, organización ampliamente conocida en el ámbito internacional que "etiqueta" las alfombras fabricadas allí donde no hay trabajo infantil.
Satyarthi afirma que su conciencia social se despertó cuando, a los seis años, vio a un niño de su edad, frente al colegio, ayudando a su padre a lustrar zapatos.
Al ver a muchos niños trabajando en lugar de ir a la escuela, Satyarthi se dio cuenta de que era urgente resolver este problema, lo que lo impulsó a abrazar esta causa.
Al premiar a Satyarthi y a Malala, de 17 años, el Comité Nobel quiso saludar el combate de ambos contra "la opresión de los niños y de los jóvenes, y por el derecho de todos los niños a la educación".
El propio premiado veía así su misión, en una reciente entrevista en el centro Kennedy: "Es como una prueba. Se trata de un examen moral que tenemos que superar, el de oponernos a semejantes oprobios sociales".