Lima
"¡Alerta! ¡Tráfico de órganos! ¡Cuiden a sus hijos!". Una noticia falsa en Facebook demostró su poderoso alcance: habitantes de un sector pobre de la periferia de Lima salieron enardecidos en busca de los delincuentes, destruyendo todo a su paso.
Según los pobladores, los presuntos traficantes de órganos estaban detenidos en la delegación policial del barrio de Huaycán, al este de la capital. Una turba enardecida fue a su caza la tarde y noche del jueves, volteando autos, lanzando bombas molotov y objetos contundentes. La policía debió disparar al aire para dispersarlos.
A más de un kilómetro del lugar de la gresca, una mujer murió de un balazo y se investiga si se trató de una bala perdida policial.
Las fuerzas del orden debieron llegar a la zona con tanquetas y hasta un helicóptero para disuadir a la población, que permaneció en los alrededores de la comisaría hasta la mañana del viernes. La contienda dejó 17 uniformados heridos y 40 personas detenidas, de acuerdo con la policía.
Con casi la mitad de su población con acceso a Internet, Perú ha visto crecer los casos de delincuencia organizada y la ciudadanía es muy sensible al tema.
Huaycán es una comunidad nacida en la década de 1980 en quebradas de cerros y compuesta por inmigrantes de los Andes peruanos. Hay escasa presencia del Estado, con zonas incluso sin acceso a servicio de agua.
Se trató de una cadena que se hizo viral: "Ayer fueron encontrados un niño de 4 años y una jovencita de 17 años cerca a mi casa (..) sin órganos y con dinero en la boca", dice parte de una publicación que es firmada por un supuesto Juan López "para que no piensen que es una de esas tontas cadenas".
El mensaje iba acompañado con la foto de un niño llorando, aparentemente una imagen de un conflicto en Oriente Medio.
Otro mensaje adjuntaba los rostros de los dos presuntos traficantes de órganos con la palabra "CUIDADO". La situación empeoró cuando hasta el barrio llegó una pareja de encuestadores. Los habitantes los confundieron con los "traficantes" y trataron de lincharlos, convocados por megáfonos.
Entre los golpes, la policía los rescató pero la población fue hasta la delegación para tratar de ajusticiarlos. Dieron vuelta y quemaron automóviles.
El director general de la policía, Vicente Romero, informó que todo se originó a partir de rumores. "En estos últimos días, en medios de comunicación, sobre todo de la zona de Huaycán, decían que había niños descuartizados por tráfico de órganos y eso generó una psicosis colectiva", explicó a la radio RPP.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski se pronunció sobre el tema: "Hay que investigar esto y si hay culpables ser sancionados (...) hay rumores que salen en las redes (...) la gente se estremece, se emociona y debe haber algún tipo de control", dijo a la prensa este viernes.
Facebook ha sido cuestionado a nivel global por permitir informaciones falsas que incluso habrían influido en las elecciones de Estados Unidos, aunque su creador, Mark Zuckerberg, niega esa posibilidad. Pero no son fenómenos nuevos.
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"Las redes sociales siempre han existido. Es la forma como la gente se agrupa, sobrevive. Ahora tenemos redes sociales virtuales, la web 2.0, donde la posibilidad de propagar información es más rápida", explica a la AFP Bruno Rivas, magister en Estudios Culturales de la Universidad Católica.
"Las redes también son medios para propagar sentimientos, sensaciones, con mayor facilidad (...) Si uno está con personas positivas, es probable que sus sentimientos sean favorables, pero si está con personas con miedo, eso se propaga y el sentimiento suele vencer a la razón", agrega.
"Esto puede aprovecharse para bien, con un movimiento social convocando una marcha, o para mal, para desestabilizar a un gobierno".