
Urumqi, China. DPA. Unos mil hanes enfurecidos por una serie de ataques con jeringa se enfrentaron hoy a la policía china en Urumqi al día siguiente de unas multitudinarias manifestaciones en la capital de Xinjiang. Además, se informó de cinco muertos y 14 heridos durante otra manifestación ayer.
“Catorce personas fueron heridas y hospitalizadas, y cinco han muerto en los incidentes, entre ellas dos personas inocentes”, declaró Zhang Hong, alcalde adjunto de Urumqi, en alusión a protestas registradas ayer en esa misma ciudad.
El responsable se negó a precisar lo que entiende por "inocentes", y no dio ninguna indicación sobre la identidad de las víctimas.
Mientras, esta mañana, un millar de manifestantes hanes (mayoría étnica en China pero minoritaria en el Xinjiang musulmán) protestaron de nuevo en esta ciudad del noroeste de China de 1,8 millones de habitantes, pese a las grandes medidas de seguridad.
A poca distancia de la gran plaza en la que tuvieron lugar las manifestaciones de ayer y de la sede del gobierno regional, la situación se ganó tensión cuando los policías trataron de arrestar a un han que se había enfrentado a ellos.
La multitud se puso entonces a gritar para que lo liberaran.
Los manifestantes empezaron a lanzar botellas de plástico contra las fuerzas de seguridad a las que se sumaron rápidamente refuerzos.
Algunos manifestantes incluso reclamaron la dimisión del número uno del Partido Comunista en la región autónoma con gritos de "¡Wang Lequan dimisión!".
Wang Lequan, de 64 años, a la cabeza de Xinjiang desde hace 15 años, es presentado por los analistas como uno de los aliados del número uno chino Hu Jintao.
Tras una hora, las fuerzas de seguridad lograron dispersar a los manifestantes.
Sin embargo, al poco tiempo, la policía tuvo que dispersar con gases lacrimógenos una segunda manifestación, anunció la agencia oficial China Nuevo, sin dar más detalles.
El jueves, menos de dos meses tras los disturbios de principio de julio entre hanes y iugures (musulmanes de habla turca), decenas de miles de habitantes se concentraron para exigir garantías por su seguridad, tras una serie de misteriosos ataques con jeringa.
Se desconoce lo que contienen las jeringas e incluso si están llenas de algún producto. Las 476 víctimas de estos ataques, según fuentes oficiales, no parecen haber sido contaminadas ni infectadas.
Las autoridades anunciaron la detención de 21 personas vinculadas con estas agresiones, pero no se ha retenido ningún cargo contra ellas, declararon las nuevas víctimas.
Hoy, tres de ellas presentaron una demanda en una comisaría de Urumqi. Dos habían sido agredidas a principios del viernes.
"Era un uigur, estoy segura", explicó Liu Yan, una mujer de 21 años, que resultó herida en la mano izquierda cuando se encontraba en el exterior de una tienda de alimentación situada en un hospital.
Cerca de donde tuvo lugar la manifestación del viernes, en su tienda de jade, un han, Wang Jinren, estimó que las autoridades no habían sido lo suficientemente eficaces desde las violencias étnicas de principios de julio en Urumqi, que dejaron 197 muertos, sobre todo hanes agredidos por los uigures, la etnia mayoritaria en la región.
La violencias interétnicas estallaron en Urumqi el 5 de julio cuando los uigures se enfrentaron con violencia a los hanes.
Los días siguiente, hanes armados con palos de madera y palas salieron a la calle para vengarse, pese a un imponente dispositivo de seguridad.