El Consejo de Seguridad de la ONU abordará la crisis humanitaria en Sudán como una prioridad en la agenda de actividades previstas para este mes, informó el presidente de este órgano.
El embajador de Rumania, Minhea Ioan Motoc, que asumió la presidencia de turno del Consejo este mes, señaló en rueda de prensa que la crisis de Sudán será el tema prioritario en los debates, al igual que la situación en la República Democrática del Congo.
En el caso de Sudán, Estados Unidos elaboró un proyecto de resolución en el que se establecen sanciones para las milicias árabes Janjaweed, responsables de las atrocidades y la crisis humanitaria en Danfur (oeste).
“Estamos a la espera de los informes por parte del secretario general, Kofi Annan, y de sus colaboradores, que están sobre el terreno”, destacó Motoc, quien dijo que de momento se están considerando alternativas para afrontar la crisis en ese país, sin que aún hayan trascendido.
Por su parte, Annan anunció que el Consejo de Seguridad “tomará medidas” si el Gobierno de Sudán no cumple sus compromisos para proteger a la población civil en Darfur.
“Confiamos en que el Gobierno de Sudán cumpla sus compromisos. En caso contrario, el Consejo de Seguridad asumirá decisiones”, dijo el Secretario General de la ONU, sin precisar a qué tipo de medidas se refería, aunque se habla de sanciones económicas.
Ataques a civiles
De acuerdo con la ONU, los rebeldes son responsables de cometer todo tipo de vejaciones contra la población de raza negra de la región.
Varias organizaciones no gubernamentales denunciaron los casos de asesinatos extrajudiciales, mutilaciones, violaciones y abusos sexuales colectivos de mujeres y todo tipo de agresiones perpetradas por milicias árabes con la aparente complicidad del gobierno de Jartum.
Según cálculos de la ONU, más de un millón de personas resultaron desplazadas, de ellas más de 100.000 refugiadas en los países vecinos, y necesitan asistencia humanitaria; en caso contrario, cientos de miles podrían morir de hambre y de enfermedades en los próximos meses, denunció ayer la nueva Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, la jurista canadiense Louise Arbour.
La situación en Darfur “figura como el tema prioritario de mi agenda”, dijo la Alta Comisionada y reiteró la intención de ese organismo de Naciones Unidas de “disponer de presencia” en esa zona donde hay numerosas denuncias de violaciones de los derechos humanos.