Ginebra. EFE. Un nuevo episodio de hambruna se produce en África, esta vez en Somalia, donde 900.000 personas sufrirán hambre extrema en los próximos seis meses si no se pone en marcha ahora un mecanismo de ayuda humanitaria de emergencia, alertaron en Ginebra representantes de Naciones Unidas.
"Una crisis humanitaria sin precedentes se cierne sobre Somalia", advirtió el responsable de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) para ese país, Philippe Lazzarini, quien afirmó que, si no se actúa muy pronto, entre 10.000 y 12.000 somalíes podrían morir de hambre cada mes a partir del próximo julio.
La sequía más grave de la última década en el Cuerno de África ha desencadenado esta grave situación en Somalia, que se suma a la crisis permanente que vive el país desde 1992, cuando colapsaron las instituciones estatales. Además, una guerra civil ha dividido al país en zonas controladas por distintos grupos rebeldes.
La ONU calcula que la sequía ha provocado la muerte del 50% del ganado en el sur y en el centro de Somalia, el país más afectado por la sequía, y que esa proporción podría llegar pronto hasta el 80%, lo que a su vez elevaría una tasa de malnutrición que ya alcanza el 50%.
Migración. Lazzarini afirmó que se han detectado movimientos migratorios de unas 300.000 personas que han dejado últimamente sus comunidades para trasladarse a lugares donde creen que pueden encontrar agua y comida.
Por su parte, el responsable de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Graham Farmer, advirtió de que, sin ayuda internacional, la situación solo puede empeorar porque las previsiones señalan que la sequía persistirá y las lluvias, que deberían empezar a caer en pocas semanas, no llegarán.
El experto recalcó que se requiere una respuesta humanitaria que abarque varios sectores, particularmente la asistencia alimentaria, el aprovisionamiento de agua y servicios de salud.
A ese respecto, Lazzarini indicó que la ONU requiere de $346 millones para destinarlos a su operación de emergencia en Somalia, casi el doble de lo que había previsto ($170 millones) en la petición global de fondos lanzada por el organismo multilateral a fines del año pasado.