El embajador japonés, Kenzo Oshima, presidente mensual del Consejo, leyó un comunicado diciendo que “los miembros del Consejo condenaron enérgicamente” el episodio y “urgieron de nuevo a Norcorea que se abstenga de más pruebas”.
Asimismo, los 15 instaron al régimen de Kim Jong-Il a volver “a las conversaciones de seis partes así como a abandonar todos sus programas nucleares”.
Oshima dijo que han empezado las negociaciones en el Consejo para dar con una respuesta “dura y rápida” en forma de resolución.
El régimen comunista de Pyongyang había advertido el 3 de octubre de su intención de efectuar un ensayo nuclear, justificándolo por “la extrema amenaza de Estados Unidos de desencadenar una guerra nuclear”.
Corea del Norte se declaró en febrero del 2005 la octava potencia nuclear del mundo, tras Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, China, India y Pakistán, aunque Pyongyang nunca lo había confirmado mediante un ensayo.
Corea del Sur, en represalia por la prueba nuclear, suspendió la ayuda humanitaria que había acordado entregar a su vecino tras las inundaciones del verano y que hacen prever una hambruna.