Jerusalén. EFE El rabino Ovadia Yosef, de 93 años, líder espiritual de los sefardíes y una de las últimas figuras reverenciadas del judaísmo falleció ayer a causa de un acusado deterioro de su estado de salud.
El rabino era venerado por muchos en Israel por su sabiduría en las fuentes judías y es considerado una suerte de santurrón, razón por la que era frecuente ver a dirigentes políticos, incluso seculares como el actual presidente, Simón Peres, visitarle para recibir su bendición y consejos.
Su imagen pública, la de un anciano de pelo cano y pálida tez, tocado con turbante, gafas oscuras y ataviado con caftán de tradicionales bordados medio–orientales, aparece en incontables estampitas que no hacen sino reforzar su carisma y elevarlo a la categoría de mito israelí.