El Gobierno de Pakistán calificó de “producto de la imaginación” las acusaciones hechas ayer por los Estados Unidos en el sentido de que contribuye al desarrollo nuclear de otro país, no determinado, en una declaración hecha pública hoy por el ministro de Asuntos Exteriores, Jursid Mahmud Kasuri.
Kasuri agregó que las sanciones impuestas a la empresa Kahyta Research Laboratories, acusada por Washington de colaborar con “otro país”, sin precisar cuál, para desarrollar armas nucleares, “no afectará al desarrollo atómico del país”.
Empero, manifestó que las sanciones “tampoco interferirán en las relaciones con Estados Unidos”, con el que Pakistán colabora en la lucha antiterrorista declarada por el Gobierno norteamericano tras los atentados del 11 de setiembre del 2001.
Reclamo a India
Por otro lado, el responsable de la diplomacia pakistaní acusó a la India, la potencia nuclear vecina con la que mantiene unas relaciones muy tensas, “de la carrera armamentista en la zona”.
“No aceptaremos ninguna presión de ninguna procedencia que comprometa nuestras necesidades defensivas. Nuestro programa nuclear es puramente defensivo y no colaboramos con ningún otro país en la proliferación de armas nucleares”, subrayó el ministro Kasuri.
Ayer, Estados Unidos acusó a la empresa Kahyta Research Laboratories, dedicada a coordinar programas de desarrollo nuclear y de misiles, de “ayudar a otro país”, sin especificar cuál, en su programa nuclear, y anunció sanciones contra ella.
En noviembre del año pasado, un diario estadounidense aseguró que Pakistán facilitaba tecnología para el desarrollo de armas nucleares a Corea del Norte, mientras los norcoreanos suministraban misiles balísticos a los pakistaníes, información que fue tajantemente desmentida por Islamabad.
Desde su independencia del Reino Unido y la división de los dos países en 1947, India y Pakistán han mantenido tres guerras, dos de ellas por la disputa fronteriza en la región de mayoría musulmana de Cachemira y otra cuando se produjo la separación política de Bangladesh de Pakistán.
El pasado año, ambos países, que ya contaban con armamento nuclear, estuvieron a punto de una cuarta conflagración, también por la región de Cachemira.