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Gaza. AFP. Las facciones palestinas, entre ellas el Hamás y el Fatá, discutieron ayer acerca de la composición del nuevo gabinete de unión nacional, que tendrá por principal tarea lograr el levantamiento del boicot internacional y poner fin a la crisis político-financiera que afecta a los territorios palestinos.
El presidente palestino, Mahmud Abas, ha prometido ya que los salarios de los funcionarios, no cancelados desde hace seis meses, serían pagados antes de fines de setiembre.
“Deseo tranquilizarlos. Espero que, gracias a Dios, los salarios puedan comenzar a ser pagados antes del comienzo del Ramadán. Las cosas van por buen sentido”, expresó ante los funcionarios en huelga reunidos frente a su oficina en Gaza.
Abas y el primer ministro, Ismail Haniyé, de Hamás, que deberían ser mantenidos en sus cargos, anunciaron el lunes un acuerdo sobre el programa político del próximo gabinete de unión después de más de dos meses de intensas negociaciones.
Tras este anuncio comenzará la repartición de los puestos del gabinete. “Durante esta semana, todas las discusiones girarán en torno a este cuestión”, afirmó Ahmed Yussef, principal consejero de Haniyé.
Abas, que habló con los periodistas después de un encuentro con el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, pidió a Israel liberar, antes de la formación del nuevo gobierno, a los ministros, diputados y concejales del Hamás que detuvo recientemente.
Yussef indicó que el gabinete comprendería 24 ministerios, como el actual, aunque aún es demasiado pronto para hablar de la repartición precisa de los puestos.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, los ministerios de Educación, Salud y Asuntos Religiosos deben ir al Hamás, mientras que el partido Fatá recibiría el de Relaciones Exteriores.
