Ciudad del Vaticano. Reuters. El papa Benedicto XVI intentó aplacar ayer la ira de los musulmanes al decir que lamentaba que hubieran encontrado ofensivo su discurso sobre el Islam, mientras expresó respeto por su fe.
“El Santo Padre lamenta mucho que algunos pasajes de su discurso pudieran haber sonado ofensivos para las sensibilidades de los creyentes musulmanes”, dijo el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, en un comunicado.
En la peor crisis que ha vivido desde que asumió el cargo en abril del 2005, Benedicto XVI indignó a los musulmanes por un discurso que pronunció en su Alemania natal, el martes, en el que decía que los primeros musulmanes extendieron su religión a través de la violencia.
La crisis ha puesto en duda la visita del Papa a Turquía, prevista para noviembre. En la primera reacción al comunicado papal, el líder de la Hermandad Musulmana de Egipto, Mohamed Habib, dijo que no era suficiente y que esperan “una disculpa personal”.
La próxima aparición del Papa será en el Ángelus dominical de hoy, donde a menudo comenta temas internacionales.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, llamó a consultas a su embajador en el Vaticano por las “ofensivas palabras respecto al Islam” del Papa, informó la agencia oficial MAP.
Bertone, que se enfrenta con esta crisis un días después de asumir el cargo de mano derecha del Pontífice, dijo que el Papa confirmó su “respeto y estima por quienes profesan la fe islámica” y agregó que esperaba que sus palabras fueran entendidas en “su verdadero sentido”.
Desafortunado. El primer ministro turco, Tayib Erdogan, dijo ayer antes del comunicado que las palabras del Papa eran “feas y desafortunadas” y que Benedicto XVI debería retractarse.
“Habló como un político en lugar de como un hombre de religión”, dijo Erdogan en un discurso televisado.
El presidente de Yemen denunció públicamente al Pontífice, y cinco iglesias –solo una de ellas católicas– fueron atacadas en Cisjordania, aunque no hubo heridos.
El ministro de Exteriores de Egipto llamó al enviado del Vaticano a El Cairo para expresar su profundo pesar por las palabras de Benedicto XVI.
Sin embargo, la canciller Ángela Merkel y otros políticos alemanes defendieron sus comentarios, alegando que había sido malinterpretado.
“Era una invitación al diálogo entre religiones”, dijo Merkel al diario Bild en una entrevista.
En un discurso pronunciado en Alemania el martes, el Papa citó al emperador bizantino del siglo XIV Manuel II Paleólogo, que escribió que todo lo que trajo el profeta mayor del Islam, Mahoma, fue malévolo e inhumano, “como su mandato de propagar a través de la espada la fe que él predicaba”.
El Pontífice, que usó las palabras Yihad y guerra santa en sus pasajes, añadió que la “violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma”.