Madrid. AFP. El Parlamento español debatirá esta semana el controvertido estatuto de autonomía ampliada que califica a Cataluña como "nación" y el enfrentamiento dialéctico parece asegurado, tras un mes de polémica que ha afectado al gobierno socialista en el poder.
La oposición conservadora ha atacado con dureza este proyecto que considera inconstitucional y que, según ella, otorga casi una independencia fiscal a esta próspera región del noreste de España. Los diputados del opositor Partido Popular (PP, derecha) prevén continuar su ofensiva con el comienzo del debate el miércoles en las Cortes.
Es el "estatuto de la división", susceptible de provocar "un cambio de régimen político" en España y amenaza la unidad del país, criticó el viernes el exjefe del gobierno español y del PP, José María Aznar.
Esta controversia ha puesto en un aprieto al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en claro retroceso en los sondeos, y que se esfuerza por encontrar soluciones de compromiso, cuando sus adversarios conservadores lo acusan de favorecer las tendencias independentistas en Cataluña y, por tanto, en el País Vasco.
Se va a "balcanizar" o "desmembrar" España con estas políticas, insiste el PP, que ha recobrado vigor con este tema, tras la derrota en las elecciones del 2004.
Zapatero se comprometió con sus aliados socialistas en el poder en Barcelona a presentar en el Parlamento central de Madrid el proyecto de autonomía ampliada aprobado a finales de setiembre por un 90% de los diputados catalanes, considerando posible y razonable cambiar el texto.
Pero el uso del término "nación" y los aspectos financieros del proyecto han encendido la alarma en la clase política, incluido dentro del Partido Socialista (PSOE), donde se teme una degradación del delicado equilibrio entre el poder central y las 17 regiones autonómicas creadas por la Constitución de 1978 en España.
Los dirigentes socialistas de regiones como Extremadura o Andalucía manifestaron también su oposición al nuevo estatuto. Según ellos, amenaza el principio de solidaridad entre las regiones ricas (Cataluña, País Vasco o Madrid) y las menos favorecidas.
Además, la prensa de oposición no dudó en poner en paralelo las críticas de Aznar y una declaración del exjefe del gobierno socialista, Felipe González, que respondió un "no me gusta" a la consulta sobre el proyecto de estatuto ampliado. Pero dijo que no amenaza la unidad de España.
Los socialistas españoles no cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento central, donde tendrán en este caso el apoyo del independentista Esquerra Republicana de Catalunya.