El atacante de San Bernardino, Syed Rizwan Farook, había estado en contacto con conocidos extremistas a través de las redes sociales, indicó un funcionario de inteligencia estadounidense este jueves.
La Policía señaló que él y su esposa tenían las balas y explosivos suficientes para matar a cientos de personas al momento en que perpetraron su mortal ataque en una fiesta navideña.
Los detalles salen a la luz mientras los investigadores tratan de determinar si el ataque que dejó 14 muertos fue un acto terrorista, un hecho motivado por rencor en el lugar de trabajo o una combinación de ambos.
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Los esposos asesinos no se encontraban bajo el radar del FBI antes de la matanza, dijo un segundo funcionario estadounidense, que también habló a condición de mantener el anonimato porque no tenía autorización para discutir la investigación.
Vestidos con ropa negra para ataques estratégicos y blandiendo fusiles de asalto, Farook, un inspector de restaurantes del condado de 28 años de edad, y su esposa Tashfin Malik, de 27, dispararon hasta 75 cartuchos en un salón de un centro de servicio social para discapacitados, donde los compañeros de trabajo de Farook se habían reunido para un banquete navideño el miércoles.
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Farook había acudido al evento pero se fue en algún momento, luego regresó en vestimenta de batalla.
Cuatro horas después y a unos tres kilómetros de distancia, la pareja murió en un encarnizado tiroteo en que ambos hicieron 76 disparos, mientras que los agentes dispararon unas 380 balas, señaló la Policía.
El jueves, el jefe policial Jarrod Burguan ofreció un lúgubre inventario a la mañana siguiente de la matanza que deja entrever que el baño de sangre del miércoles podría haber sido mucho peor.
En el centro de servicio social, los esposos dejaron tres bombas caseras unidas y vinculadas con un dispositivo de control remoto que aparentemente falló, y tenían más de 1.600 balas cuando fueron abatidos por la policía en una camioneta deportiva rentada, indicó Burguan.
Además, en su hogar en el poblado cercano de Redlands, la pareja tenía 12 bombas caseras, herramientas para hacer más explosivos de ese tipo, y más de 3.000 cartuchos adicionales de municiones, dijo Burguan.
"No sabemos si esto fue un ataque de ira por cuestiones de trabajo o algo más grave, o ambos", declaró la secretaria de Justicia Loretta Lynch en Washington, reflejando la opinión del presidente Barack Obama. " En este momento desconocemos el motivo".
Los investigadores intentan determinar si Farook se radicalizó y, en caso de haberlo hecho, cómo, y si estaba en contacto con alguna organización terrorista extranjera, dijo el funcionario de inteligencia estadounidense, que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a discutir el asunto públicamente.
El funcionario añadió que Farook había estado en contacto a través de las redes sociales con extremistas que eran investigados por el FBI.
El segundo funcionario estadounidense señaló que el FBI abordaba el ataque como un potencial acto terrorista pero que no han llegado a la conclusión de que lo haya sido.
El funcionario dijo que los contactos de Farook en internet no involucran "personas importantes bajo nuestro radar" y se efectuaron hace tiempo, y hasta ahora no existen indicios de ningún "auge" en la comunicación previo al tiroteo.
El funcionario advirtió que tal contacto "por sí solo no significa que uno es un terrorista".
Rita Katz, directora del Grupo de Inteligencia SITE, una organización que rastrea y analiza a extremistas, dijo que no se ha hallado una relación hasta ahora entre Farook y grupos yihadistas. Pero Katz indicó que algunos de los comentarios de Farook en las redes sociales parecen haber sido borrados antes del ataque.
El ataque del miércoles fue la balacera masiva más letal en el país desde la tragedia escolar en Newtown, Connecticut, hace tres años en la que fallecieron 26 niños y adultos.
Un total de 21 personas resultaron heridas en la masacre en esta ciudad del sur de California de 214.000 habitantes, incluyendo dos policías, de acuerdo con las autoridades. Dos de los heridos permanecen en condición crítica.
Las autoridades afirmaron que el ataque fue planeado cuidadosamente.