Bogotá
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, candidato a la reelección, se ha lanzado a la campaña con la fuerte convicción de poder alcanzar un acuerdo con la guerrilla FARC "antes de fin de año", pese a los enemigos de la paz.
Coincidencia de la historia la primera vuelta de la presidencial, el próximo 25 de mayo, tendrá lugar solamente dos días antes del 50º aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC comunistas), la más antigua guerrilla de América Latina.
Colombia sufre un conflicto armado que ha provocado centenares de miles de muertos y cerca de cinco millones de desplazados en el país.
"No podemos condenar a más generaciones de colombianos a una guerra sin fin y sin sentido", afirmó Santos en una entrevista que respondió por escrito, acordada en exclusiva a la AFP.
Antes de llegar a la presidencia en 2010, Santos, un dirigente de centro derecha, se desempeñó como ministro de la Defensa del anterior mandatario Alvaro Uribe, y desde ese cargo infligió a las FARC sus más fuertes pérdidas militares.
Pero a mitad de su actual periodo, anunció al país que había llegado la hora de la paz y abrió las conversaciones con la guerrilla, que se desarrollan desde noviembre de 2012 en Cuba, sin cese del fuego.
"Hoy estoy más optimista frente a las posibilidades de éxito del proceso que cuando comenzamos, pues los avances nos permiten serlo", confió Santos, impulsor de este cuarto intento de negociaciones con las FARC en la historia de Colombia.
"Es posible lograr un acuerdo final de terminación del conflicto antes de concluir este año", insistió, recordando los consensos básicos ya alcanzados: la necesidad de una reforma agraria, principal reivindicación de la guerrilla, y las garantías para que los rebeldes desmovilizados puedan integrarse a la actividad política legal, como lo hicieron antes excombatientes de otros grupos armados.
En el entorno del jefe de Estado, no se excluye la lograr antes de la primera vuelta de la elección presidencial un acuerdo sobre el tema actual de las conversaciones: las drogas ilícitas, siendo Colombia el primer productor mundial de cocaína.
Para muchos campesinos apoyados por las FARC, la coca, planta de la que se obtiene la droga, es su fuente de ingresos.