Jartum. EFE y AP. El presidente de Sudán, el general Omar Hasan al Bachir, reiteró que no permitirá el despliegue de tropas multinacionales de la ONU en Darfur y añadió que esa decisión “es definitiva”.
El presidente pronunció esas palabras durante un mitín celebrado en Jartum, en una reunión para apoyar la postura del gobierno, que rechaza la resolución 1706 emitida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“El Gobierno sudanés no permitirá a la ONU el envío de tropas internacionales, ni aunque vengan solo a mirar”, dijo al Bachir.
El Presidente sudanés acusó también a Estados Unidos y a otros países occidentales de crear “una alianza sionista y de cruzados”.
Este ataque es uno de los mayores lanzados por Bachir contra la comunidad internacional por su insistencia en enviar cascos azules a la región occidental de Darfur.
“Cualquier país que pida el envío de tropas a Sudán, será considerado un país hostil y esta postura se considerará como una declaración de guerra”, dijo.
La guerra en Darfur estalló en febrero del 2003, cuando dos movimientos rebeldes se alzaron en armas en protesta por la pobreza y la marginación impuesta por el Gobierno a la zona, situada junto a la frontera con Chad.
Ese conflicto, considerado por la ONU como una de las mayores tragedias humanas de este siglo, ha costado la vida a cerca de 200.000 personas y dos millones se han visto obligadas a desplazarse hacia otras regiones de Sudán o al Chad.
Por ahora. Como salida provisional ante la negativa del gobierno de Sudán, el Consejo de Seguridad aprobó el viernes unánimemente prolongar el mandato de sus fuerzas de paz presentes en el sur del Sudán.
El embajador estadounidense, John Bolton, dijo que el Consejo decidió prolongar su presencia por dos semanas, con la posibilidad de una nueva prórroga, después que la Unión Africana (UA) y el Consejo de Seguridad acordaran mantener sus 7.000 soldados en Darfur hasta finales de año.
La breve renovación del mandato, que expirará el 24 de septiembre, dará tiempo adicional para presionar al gobierno de Jartum a que acepte la inevitable necesidad de una fuerza de paz de la ONU.
La secretaria británica de Relaciones Exteriores, Margaret Beckett, dijo que la decisión de la Unión Africana ha evitado un vacío de seguridad. Empero, advirtió que la provincia sudanesa Darfur sigue sumida en una profunda crisis.