El Alto, Bolivia. AFP. El flamante presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, logró ayer un primer acercamiento con las entidades sociales de El Alto, que le permite tomar fuerza para descomprimir la tensión social y encaminar a su frágil Gobierno de transición.
Al concluir una reunión con los dirigentes de esa ciudad de mineros y campesinos combativos, su primer gran desafío desde que asumió el jueves, Rodríguez dijo a la prensa que "el sistema democrático renovado tiene que atender la agenda" social, que plantea como punto central la nacionalización de los hidrocarburos, el principal recurso de Bolivia.
El nuevo mandatario les pidió tiempo a las organizaciones de El Alto y dijo que cuando esté preparado con un nuevo gabinete, tratará su agenda "lo antes posible".
A la vez, ratificó la convocatoria a elecciones generales, uno de los reclamos centrales de los manifestantes de El Alto, protagonistas principales de los bloqueos a un centenar de puntos del país en las últimas semanas.
De su lado, el líder de la influyente Federación de Juntas Vecinales de El Alto, Abel Mamani, dijo haber sentido una disposición del jefe de Estado a atender sus inquietudes y añadió que a partir de hoy se integrarán comisiones conformadas por distintos sectores sociales para que las demandas se agenden en el Congreso Nacional.
Mamani confirmó la tregua al nuevo Gobierno, que el sábado permitió comenzar a superar un agudo desabastecimiento de gas envasado, alimentos y combustibles que puso al borde del colapso a El Alto y la capital política de La Paz.
Repudio. No obstante, reiteró que el martes se realizará una manifestación para repudiar al desprestigiado Congreso boliviano.
Otro de los reclamos de las organizaciones vecinales y de mineros y campesinos de esa humilde ciudad dormitorio de 800.000 habitantes aledaña a La Paz es el llamado a una Asamblea Constituyente y la celebración de un juicio de responsabilidad al renunciado expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, acusado por la muerte de 80 manifestantes en las protestas del 2003.