Londres
Gran Bretaña empezará a divorciarse de la Unión Europea (UE) el 29 de marzo, con lo que dará inicio a dos años de intensas negociaciones políticas y económicas que transformarán radicalmente tanto a la nación como al bloque continental.
El embajador británico ante la UE, Tim Barrow, informó el lunes por la mañana al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sobre la fecha exacta.
El país está "a las puertas de la negociación más importante de toda una generación", expresó el secretario británico para el brexit, David Davis, en un comunicado. El 23 de junio de 2016, "el pueblo británico tomó la decisión histórica de abandonar la UE. El próximo miércoles, el gobierno dará curso a esta decisión e iniciará formalmente el proceso" de salida,
"El objetivo del gobierno es claro: lograr un acuerdo que beneficie a toda nación y región del Reino Unido y en realidad, de toda Europa. Será una asociación nueva, positiva, entre el Reino Unido y nuestros amigos y aliados en la Unión Europea", agregó.
El punto de inicio para todo el proceso es el artículo 50 del Tratado de Lisboa, un mecanismo nunca usado hasta ahora para retirarse del bloque. Según lo estipulado por ese apartado, la primera ministra británica, Theresa May, deberá avisarle a Tusk de la intención de su país de abandonar la unión.
El artículo establece que las dos partes tienen hasta marzo del 2019 para acordar los términos del divorcio y, si es posible, establecer una nueva relación entre Gran Bretaña, la quinta economía a nivel mundial y la UE, un vasto mercado común con 500 millones de habitantes.
El despacho de la primera ministra británica anunció que May pronunciará un discurso en la Cámara de los Comunes el día en que el artículo 50 sea activado.
En un referendo, en junio, los británicos votaron a favor de separarse de la UE tras 40 años de inclusión, pero May no tenía la potestad de iniciar el proceso sino hasta la semana pasada, cuando el Parlamento británico aprobó una ley que autoriza el inicio de las negociaciones.
Negociaciones. Tras la activación del artículo, Tusk presentará "en 48 horas" un borrador con las grandes líneas de negociación, anunció en un tuit.
Los 27 deberán aprobar estas líneas en una cumbre extraordinaria, que podría celebrarse entre cuatro y seis semanas después de la notificación, es decir en mayo, según fuentes europeas.
La Comisión Europea —el brazo ejecutivo de la unión— anunció que está dispuesto a ayudar en el proceso. "Todo está listo por nuestra parte", indicó el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas.
Sin embargo, al igual que todo divorcio, las cosas serán complicadas y nadie sabe en qué terminará todo.
La carta que May enviará la semana entrante dejará a Gran Bretaña sumida en la incertidumbre. No se sabe cómo será su futura relación con la UE, como -por ejemplo- si sus negocios podrán transar libremente con los del resto de Europa, si sus estudiantes podrán cursar estudios en el bloque o si sus pensionados podrán pasar sus años de jubilados en otros miembros de la UE.
Tales actividades eran cosa común en Gran Bretaña desde que se unió a lo que en 1973 se llamaba Comunidad Económica Europea.
Otra cosa que no queda clara es qué derechos tendrán los ciudadanos de otros países de la UE que ya están viviendo en territorio británico.
Fricciones tras referendo. Los británicos aprobaron la salida por 52% a 48%, pero lejos de zanjar el debate, el tiempo transcurrido desde junio ha agriado las relaciones entre europeístas y euroescépticos, y amenaza con desintegrar el país.
Así, el Gobierno regional escocés, en manos de los nacionalistas, iniciará el miércoles los trámites para celebrar un segundo referendo de independencia, después de que sus habitantes se desmarcaran de la tendencia nacional votando abrumadoramente a favor de seguir en la Unión Europea.
En Irlanda del Norte, la única nación británica con frontera terrestre con la UE, el brexit también crea desosiego por el impacto que tendrá el regreso de los controles aduaneros en la fragil economía local, y por el más que posible fin de los fondos europeos de ayuda al proceso de paz entre protestantes unionistas y católicos repúblicanos.
En los próximos días, antes de activar el artículo 50, May visitará ambas regiones, informó Downing Street.