El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, dijo que no tiene conocimiento “ni de problemas de salud ni de la muerte de bin-Laden”.
“Que yo sepa, bin-Laden no está muerto, tan simple como eso”, declaró el Ministro durante una emisión de televisión.
El sábado un diario regional francés reveló una nota en la que los saudíes informaban a Francia tener “la convicción de que Osama bin-Laden está muerto”.
Supuestamente escondido en una zona montañosa fronteriza entre Afganistán y Pakistán, el millonario de origen saudí habría sido víctima de su aislamiento geográfico que le impidió recibir asistencia médica a tiempo.
La autenticidad de la nota no genera dudas, ya que la ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, ha ordenado una investigación sobre la filtración del documento, clasificado “confidencial”.
Pero la embajada de Arabia Saudí en Estados Unidos solo ha dicho que la información y especulaciones no pueden ser confirmadas por fuentes independientes.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, declaró a la prensa “no tener conocimiento” de la veracidad de la información y se negó a comentar su credibilidad.
Mientras tanto y citando “una fuente bien situada en Washington”, la revista estadounidense Time escribió en su edición electrónica que “ningún alto responsable cree que sea cierta” la muerte del islamista bin-Laden.
Igualmente, la revista citaba a otra fuente saudí que, “de forma anónima”, asegura que Riad recibió en las últimas semanas informaciones sobre una grave enfermedad de Osama.
“No se trata solo de un rumor. Está muy enfermo. Ha contraído una enfermedad transmitida por el agua, y esta podría ser fatal. Pero no tenemos informaciones concretas que nos permitan decir que ya ha muerto”, afirma la fuente citada por Time.
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