Naciones Unidas. AP y Reuters. El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, trazó ayer un panorama sombrío de una economía inequitativa, trastorno mundial y desprecio por los derechos humanos, ante lo cual exhortó a las naciones y a los pueblos a unirse estrechamente.
En la apertura de la Asamblea General, los 192 estados miembros iniciaron la laboriosa tarea de desarrollar una agenda ambiciosa que incluye promover la paz en Oriente Medio, contener las ambiciones nucleares de Irán, emplazar fuerzas de mantenimiento de paz en Sudán y promover la democracia.
Annan, cuyo segundo mandato quinquenal concluye el 31 de diciembre, dijo que la última década ha presenciado progresos en desarrollo, seguridad y el imperio del derecho, los tres grandes desafíos que, a su juicio, la humanidad enfrentaba cuando habló por primera vez ante la Asamblea General en 1997.
No obstante, el diplomático agregó que demasiada gente sigue expuesta a conflictos brutales y dijo que el temor al terrorismo ha agravado un choque de civilizaciones y religiones.
Afirmó que el terrorismo se utiliza como pretexto para limitar o abolir derechos humanos y que la globalización amenaza ampliar la brecha entre los pueblos más ricos y los más pobres.
“Los acontecimientos de los diez últimos años no se han resuelto sino que han agravado los tres grandes desafíos a los que aludí: una economía mundial injusta, trastorno mundial y desacato por los derechos humanos y el imperio del derecho”, afirmó Annan. “Como resultado, enfrentamos un mundo cuyas divisiones amenazan la misma noción de una comunidad internacional que precisamente apoya esta institución”.
“Sigo convencido de que la única respuesta es que este mundo dividido debe ser una verdadera Naciones Unidas”, añadió.
El secretario de la ONU ha defendido el derecho de la comunidad internacional a proteger a las poblaciones cuando sus gobiernos se niegan, lo que fue ratificado en un documento adoptado por los líderes mundiales hace un año.
Sudán. Sin embargo Annan, natural de Ghana, señaló que el conflicto en la región sudanesa de Darfur ha hecho que el compromiso de proteger a los pueblos de las atrocidades parezca una promesa vacía.
“Tristemente, una vez más el mayor desafío procede de África, de Darfur, donde el espectáculo continuo de hombres, mujeres y niños empujados fuera de sus hogares por asesinatos, violaciones y el incendio de sus aldeas hace una burla de nuestra pretensión, como una comunidad internacional, de proteger a la gente de los peores abusos”, expresó Kofi Annan.
En este sentido, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que la credibilidad de la ONU está en juego por la violencia en Darfur y desafió a los líderes del mundo para que actúen con rapidez y envíen una fuerza de paz.
Por otro lado, Annan afirmó que la violencia en Oriente Medio contribuía al clima de miedo y recelo.
“Nos podría gustar pensar en el conflicto árabe-israelí como un conflicto regional entre muchos. Pero no lo es. Ningún otro conflicto conlleva una carga simbólica y emocional tan poderosa”.
“Mientras palestinos vivan bajo la ocupación, expuestos a la frustración y la humillación diaria, mientras israelíes sean atacados con bomba en autobuses y discotecas, serán enardecidas las pasiones en todas partes”, dijo.