Redacción
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, está buscando el apoyo de Latinoamérica en su lucha con Estados Unidos y Europa por su programa nuclear.
El diario The Washington Post informó ayer de que el mandatario iraní conversó con los presidentes de Cuba, Venezuela y Bolivia para lograr respaldo.
"De persona a persona y de colega a colega, las llamadas trasantlánticas (...) unieron a líderes populistas que tienen su propio estilo y se glorifican en desafiar a Occidente", indica The Washington Post .
Pero el contacto va más allá de una conversación entre presidentes, pues para Irán es muy importante hacer nuevas alianzas. Sus líderes están decididos a revivir una política de confrontación contra la "arrogancia global", como la élite conservadora iraní ha llamado a las políticas estadounidenses durante las últimas tres décadas.
La batalla recuerda la de David y Goliath, con Irán buscando, más allá del mundo árabe, atraer a su causa países no alineados, pobres y sin poder internacional, según opinan funcionarios iraníes y analistas.
"Con nuestro conocimiento del mundo actual, podemos usar el poder del débil. La gente débil también tiene poder", dijo Emad Afrough, abogado iraní.
"Así podemos tener más poder de negociación y en lugar de enfrentar los poderes dominantes nosotros solos, el mundo también puede confrontarlos", argumentó el abogado.