Luis Mora Rodríguez compartió en Facebook que su hermana estaba en Estambul. "Es el caos total. Bombas, helicópteros y tanques. Mucha confusión", narró según lo que su hermana le contó.
Lena Mora es comunicadora y trabaja para una ONG en Italia. Viajó a Turquía con su esposo Alejandro Garro. Apenas llevaban un día de vacaciones. Su tiquete de regreso dice martes, pero dependerá de cómo evolucione el conflicto político provocado por el intento del golpe de Estado de este viernes.
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La Nación intentó localizarla a través del messenger del Facebook esa noche, pero ella no respondió sino hasta que amaneció sábado en Turquía.
"Perdón, intenté dormir un momento porque estaba muy cansada, pero están sonando unos aviones militares (eso me dijeron) que suenan horrible y acaba de sonar algo como una bomba. Supongo que una bomba, porque nunca había escuchado algo así tan fuerte y tan feo...".
La noche del viernes, cuando estalló el intento del golpe, estaba en un restaurante cenando con unos amigos cuando les informaron que tenían que irse, que habían cerrado el puente que conecta Asia con Europa, y que en Ankara los aviones estaban volando muy bajo.
Sin mayor información, salieron a buscar un taxi pero todo estaba lleno. Tomaron metro y cuando salieron de la estación vieron las calles cerradas con buses y mucha presa de carros. Lograron llegar a la casa de sus amigos, donde se hospedan, cerca de la Plaza Taksim, en la parte europea de Estambul. Y comenzaron a ver las noticias.
"En una salió que el ejército había tomado el poder, pero después en otro canal decían que era mentira, y que el ejército había tomado ese canal y por eso transmitían eso. Eso me dijeron mis amigos, porque todo estaba en turco. En el canal del gobierno transmitían el clima".
Sus amigos salieron a sacar dinero del cajero automático por prevención. Otros hicieron lo mismo, hasta que se formaron largas filas y los cajeros se quedaron sin efectivo. Entonces fueron al supermercado a comprar víveres, pero ya no había agua ni provisiones básicas. "Como que todo el mundo pensó lo mismo".
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El consulado de Costa Rica en Turquía se comunicó con ellos y les recomendó permanecer en la casa, lejos de ventanas y atentos a la información.
"No entiendo mucho todavía", dijo Lena a las 4:45 a. m. desde la casa de sus amigos. "Al parecer las noticias están confusas. El gobierno dice algo, el ejército otra cosa. Mis amigos están viendo las noticias, tratando de entender mejor lo que pasa", narró.
"Nuestra preocupación es estar a salvo. Uno no está acostumbrado a escuchar esas cosas que suenan y eso nos asusta mucho a todos, incluidos mis amigos de Turquía. En el momento en que suenan ya uno no siente seguridad de nada".
La experiencia de otro tico, Francisco Corrales, fue diferente, pero no exenta de incertidumbre y tensión.
Francisco es arqueólogo de Museo Nacional y está en Turquía como parte de la delegación costarricense que participa en la 40ª sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, en Estambul.
Él presentó ante los expertos de la Unesco un informe con los avances que ha hecho Costa Rica con respecto al estado de conservación de los "Asentamientos precolombinos cacicales con esferas de piedra Del Diquís", declarados Patrimonio Mundial en 2014.
La noche del viernes salió a cenar con normalidad en las cercanías de la Plaza Taksim, en Estambul. La Nación lo contactó a través de whatsapp pero desconocía lo que pasaba.
"Aquí todo tranquilo, la población ni se entera. Acabo de llegar de una de las zonas más activas y todo como si nada", contó. Hasta que llegó a su hotel y vio las noticias.
Tres horas después escribió que se escuchaban aviones y helicópteros sobrevolando la zona. "Hemos estado oyendo fuertes tiroteos".
Corrales desconoce si la sesión de la Unesco continuará. Por ahora la recomendación es no salir a las calles y, como Lena, su prioridad será estar a salvo.