Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno han intercambiado mensajes recientemente expresando el interés de llegar a un diálogo de paz y Uribe admitió estar dispuesto a convocar una Asamblea Constituyente para conseguir eso.
La Confederación de Cámaras de Colombia propuso a Uribe que la guerrilla izquierdista tenga una representación fija en el Congreso por 12 años.
El mandatario se abrió a esa posibilidad, pero advirtió que esa concesión también cobijaría a los escuadrones paramilitares de extrema derecha, que desde el 2003 iniciaron un proceso de paz que se tradujo en la desmovilización de más de 30.000 combatientes.
“El punto de llegada de un proceso de paz sería la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para darle vida legal a las reformas políticas, económicas y sociales que se acuerden”, insistió el presidente Uribe.
Pero esa propuesta fue considerada prematura por el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, el mayor de oposición.
Uribe precisó que de inmediato debe culminarse el desmontaje del paramilitarismo, formalizar s acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para también negociar y concretar un acuerdo humanitario con las FARC.
Ahora están en marcha las gestiones para que el gobierno y las FARC determinen las condiciones que regirán en un área que será desmilitarizada para negociar la liberación de 62 personalidades secuestradas a cambio de la excarcelación de 500 guerrilleros.