El atuendo de Melania Trump generó comparaciones con la primera dama que fue ícono de la moda, Jacqueline Kennedy Onassis, quien usó un traje azul claro con un característico sombrero pillbox para la investidura de su esposo John F. Kennedy en 1961.
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Con un vestido celeste de cachemira entallado al cuerpo y de discreto corte trasero, un bolero de prominente cuello, guantes de gamuza, zapatos de tacón alto del mismo color y un cabello recogido con un moño de gran delicadeza, llegó Melania Trump a la investidura de su esposo como presidente de Estados Unidos.
"Para nosotros era importante mantener y celebrar la tradición de crear estilos emblemáticamente estadounidenses para este momento", dijo la corporación Lauren en un comunicado, sobre el atuendo.
La prensa especializada en moda tenía puesta la mirada en la exmodelo eslovena, a quien célebres diseñadores se negaron a vestir para su llegada a la Casa Blanca.
A mediados de noviembre, Sophie Theallet, la encargada de los looks de Michelle Obama, compartió en su cuenta de Twitter una carta en la que se negó a colaborar con vestir a la nueva Primera Dama.
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"(Mi ropa) es incompatible con los mensajes racistas y sexistas (de Donald Trump)... Como alguien que celebra y se esfuerza por promover la diversidad, la libertad individual y el respeto por todos los estilos de vida, no voy a participar en vestir o en asociarme de ninguna manera con la próxima primera dama", se lee en el texto que firmó la modista francesa.
Con la misiva, Teller buscaba crear un grupo de presión desde la industria de la moda al que se unieron Tom Ford y Marc Jacobs; empero, diseñadores como Vera Wang, Jason Wu, Joseph Altuzarra, Thakoon, Donna Karan, Calvin Klein, Diane von Furstenberg, Prabal Gurung, Michael Kors o Georgina Chapman (directora creativa de Marchesa), quienes apoyaron abiertamente a Hillary Clinton durante la campaña electoral del año pasado, no reaccionaron al texto, al menos en público.
Los diseñadores que dijeron abiertamente estar disputos a vestir a la esposa del presidente Trump fueron Thomas Jacob Hilfiger (Tommy Hilfiger) y Carolina Herrera. Ralph Lauren, por su parte, nunca emitió opinión alguna a pesar de que fue el encargado de vestirla el día de las elecciones de Estados Unidos, en noviembre pasado.
Melania Trump fue recibida en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama, quien llevaba un vestido rojo de manga corta y abrigo del mismo color.
En tanto, la hija del presidente, Ivanka Trump, optó por un Oscar de la Renta, con un broche de una pequeña bandera estadounidense en la solapa asimétrica.
Hillary Clinton llegó en un traje de pantalón de Ralph Lauren similar al que usó al aceptar la nominación a la presidencia por el Partido Demócrata en la convención de julio, con un sobretodo que le hacía juego.
Tiffany Trump también llegó de blanco, con un abrigo cruzado.
Su principal asesora, Kellyanne Conway, en un abrigo estilo militar de Gucci rojo, blanco y azul, con dos filas de botones con caras de gato y un sombrero rojo de campana. Describió su look como "guerra revolucionaria de Trump".