Pekín. AP. Xi Jinping sustituyó a Hu Jintao ayer como el líder de China, asumiendo los principales cargos del Partido Comunista y de las influyentes Fuerzas Armadas, en una transición política que no se vio afectada por recientes escándalos , una desaceleración económica y exigencias públicas de cambio.
Xi fue designado formalmente como secretario general del Partido luego de una reunión matutina de prominentes comunistas que coronó una semana de trabajos del congreso partidista, eventos que enfatizaron la determinación del partido de mantenerse firmemente en el poder.
Cargo clave. Como parte de la transición política que se lleva a cabo cada 10 años, Xi también fue nombrado presidente de la Comisión Militar después de que Hu renunció, decisión que rompió con la tradición reciente en que los líderes partidistas salientes retenían el cargo militar para ejercer influencia sobre sus sucesores.
Los cambios le permiten a Xi una mayor libertad de acción para consolidar su autoridad como el primero entre pares en el Comité Permanente del Politburó, la cúspide del poder.
Inmediatamente después de los anuncios, Xi subió a un escenario en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, al frente de los otros seis nuevos miembros designados del Comité, todos conservadores tecnócratas vestidos con trajes oscuros.
“Haremos todo lo que podamos para responder a su confianza y cumplir nuestra misión”, dijo Xi, 59 años, en declaraciones transmitidas por la televisión.
La transición tiene lugar en momentos en que la enorme economía de China se está desacelerando y una población más próspera espera una mejoría en el nivel de vida, en el Gobierno y en la justicia social.
Xi recibe el liderazgo del partido del rígido y tecnocrático Hu. Se espera que asuma la presidencia del país en marzo.