Argel, Túnez y otras procedencias. EFE y AFP. El empuje de grupos islamistas en el norte de África, entre ellos el Estado Islámico (EI) y otros afines a al-Qaeda, compromete la seguridad y la estabilidad política en la zona e inclusive en Europa.
Tal advertencia, en la que coincidieron ayer los ministros de Relaciones Exteriores de Argelia, Ramtan Lamamra, y del Reino Unido, Philip Hammond, cobra relevancia ante el avance del EI en Libia y el reforzamiento de los operativos antiterroristas por parte de Túnez, en la frontera con Argelia.
Asimismo, el fenómeno del terrorismo yihadista tiene eco en Washington, donde el Gobierno estadounidense llamó el jueves a crear un frente común para combatir la pobreza, la opresión y el sectarismo que “alimentan” los extremistas.
“Es cierto que el terrorismo constituye una amenaza para la seguridad en África y Europa ya que se manifiesta de modo creciente en el continente africano, al igual que en todo el mundo árabe”, declaró Hammond.
Insistió en que más allá del combate contra el EI en Siria e Irak, se debe entender que se trata de luchar contra una ideología que se ha extendido a otros lugares del mundo y adoptado diferentes nombres y versiones.
Hammond y Lamamra estuvieron de acuerdo en rechazar una intervención militar en Libia para hacer frente a la presencia del Estado Islámico .
Agregó: “No creemos que una intervención militar sea la solución para resolver la crisis en Libia. El objetivo de todos los esfuerzos desplegados es permitir a Libia formar un gobierno de unidad nacional, que será efectivo en su lucha contra el terrorismo y evitará además que el grupo terrorista de DAESH (acrónimo árabe del Estado Islámico) se implante en territorio libio”.
Hammond inició ayer una visita de dos días a Argelia.
Al lado de este país, en Túnez, efectivos de la Armada y de la Guardia Nacional emprendieron el jueves una vasta operación antiterrorista en la región de Kasserin, limítrofe con Argelia.
Esta se desarrollaba un día después de que cuatro agentes tunecinos murieron víctimas de un atentado yihadista.
El operativo implica una ampliación de la ofensiva que el Ejército mantiene desde hace semanas en esta zona de cerca de 100 km², considerada feudo de grupos armados afines a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y el Estado Islámico.
En los dos últimos años murieron al menos unos 60 miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional en diferentes atentados y emboscadas.
Amos en ciudad libia. En Libia, donde la semana anterior el EI decapitó a 21 cristianos coptos , los yihadistas patrullan desde hace dos días varios de los principales barrios de la ciudad de Sirte, cuna del fallecido dictador Muammar Gadafi.
La caída de este –en el 2011– sumió al país norafricano en el caos, que ahora aprovecha ese movimiento sunita ultrarradical para ganar posiciones.
Habitantes de Sirte confirmaron que hombres encapuchados y vestidos con ropa militar, armados con fusiles Kaláshnikov y lanzagranadas portátiles tipo RPG, tomaron varios edificios oficiales y desfilaron sin miedo por el centro de la ciudad, situada entre Trípoli y Bengazi.
Pistoleros se presentaron en la mañana en la Universidad de Sirte , separaron a los estudiantes y profesores por sexos y clausuraron algunas clases, al tiempo que tomaron el Instituto Superior para la Electricidad, impusieron el uso del velo y ordenaron el cierre de salones de bodas, peluquerías y otros negocios relacionados con el cuidado femenino.
La llegada de los seguidores de Abu Bakr al-Bagdadi a la cuna de Gadafi provocó un masivo desplazamiento de la población, en especial de los trabajadores egipcios quienes temen por su vida después de la difusión, días atrás, de un video en el que se mostraba la decapitación de 21 cristianos coptos ortodoxos.
“La demanda ha hecho que los precios de los autobuses se haya multiplicado por cinco en las últimas hora” , expresó una fuente , contactada por teléfono.
Beneficiados por la anarquía y el vacío de poder, yihadistas procedentes de los países vecinos han logrado establecer allí una rama del Estado Islámico.
Los yihadistas avanzan desde hace semanas hacia ciudades como Sirte.
Muchos son exmiembros de grupos radicales del Sahel como Al Qaeda en el Magreb Islámico , con experiencia y contactos en sus países de origen.