Taiwán.
El presidente electo estadounidense, Donald Trump, no se mostró arrepentido de haber agitado las aguas diplomáticas por el diálogo telefónico que sostuvo con la gobernante de Taiwán, un cambio en una antigua postura que podría enemistarlo con China.
Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con el gobierno autónomo de Taiwán en 1979, pero ha mantenido estrechos vínculos no oficiales y su compromiso de apoyar la defensa de la isla.
La conversación de Trump con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, suscitó una respuesta irritada, aunque discreta, de China, porque el ministro chino del Exterior, Wang Yi, dijo el sábado que esa comunicación fue "solo una pequeña estratagema de Taiwán" y en su parecer no redundará en un cambio de la política estadounidense hacia el gigante asiático, según la televisora Phoenix de Hong Kong.
"La política 'una China' es la piedra angular para el desarrollo sano de las relaciones entre China y Estados Unidos y esperamos que este fundamento político no se vea afectado o dañado", dijo Wang, de acuerdo con la televisora.
Después de esa conversación telefónica del viernes, el magnate dijo en un tuit que Tsai "me llamó". El presidente electo también se quejó de la reacción que causó la llamada: " Interesante cómo Estados Unidos vende a Taiwán equipo militar por miles de millones de dólares pero yo no debería aceptar una llamada de felicitación".
En 1979, Estados Unidos cambió el reconocimiento diplomático a favor de China cuando antes lo otorgaba a Taiwán. Sin embargo, los gobiernos de Washington y Taipei han mantenido estrechos vínculos no oficiales, así como profundas relaciones económicas y de defensa. Por ley, Estados Unidos está obligado a proveerle armas a Taiwán para su defensa.
Desde 2009, el gobierno del presidente Barack Obama ha aprobado ventas de armas a Taiwán por $14 mil millones.
La llamada se convirtió en el ejemplo más vivo a la fecha de la inobservancia de Trump a los convencionalismos diplomáticos desde que ganó las elecciones del 8 de noviembre. Al parecer, ha dialogado telefónicamente con gobernantes extranjeros sin la orientación acostumbrada del Departamento de Estado, que supervisa la diplomacia de Estados Unidos.
"El presidente electo, Trump, simplemente está reaccionando impulsivamente, tratando de tomar llamadas telefónicas con mensajes de felicitación de líderes de todo el mundo sin tomar en cuenta las implicaciones", dijo Bonnie Glaser, asesora para Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, D.C.
Durante décadas, la condición geopolítica de Taiwán ha sido uno de los temas más delicados en las relaciones entre China y Estados Unidos. China considera a Taiwán parte de su territorio que será recuperado por la fuerza, si es necesario, en caso de que la isla busque la independencia. Beijing considera inaceptable que se reconozca como jefe de Estado al gobernante de Taiwán.
Taiwán se separó de la parte continental de China en 1949. La política de Estados Unidos reconoce el enfoque de la soberanía de China, pero considera el estatus de Taiwán un asunto pendiente.
Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, dijo que la conversación de Trump no es indicio de ningún cambio en la política de larga data de Estados Unidos sobre Taiwán.
La oficina de la presidencia de la isla dijo en un comunicado que Trump y Tsai examinaron aspectos que atañen a Asia y el futuro de las relaciones de Estados Unidos con Taiwán. "La presidenta espera fortalecer la interacción y los contactos bilaterales, así como establecer relaciones de cooperación más estrecha", agregó.
Tsai también explicó a Trump que ella espera que Estados Unidos apoye la participación de Taiwán en el quehacer internacional, dijo la presidencia, al parecer en referencia a las acciones de China para aislar a la isla de todas las instituciones globales, entre ellas las Naciones Unidas.
Alex Huang, portavoz de la presidencia de Taiwán, afirmó por separado que pueden proceder en paralelo las relaciones de la isla con China y unas relaciones "saludables" entre Taipei y Washington. "No hay conflicto alguno" en eso, apuntó.
El ministerio del Exterior de China aseguró que Beijing había presentado "declaraciones solemnes" ante Estados Unidos por la llamada telefónica.
"Debe señalarse que solo existe una sola China en el mundo y que Taiwán es parte inseparable del territorio chino", aseguró en un comunicado Geng Shuang, portavoz del ministerio. "El gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a China".
Beijing quizá intente identificar si lo sucedido es indicio de una intención de Trump de alterar la política estadounidense de larga data hacia Taiwán, señaló Glasser. "Esperarán que esto haya sido un paso en falso, pero creo que, en privado, definitivamente buscarán educar a este presidente entrante y asegurarse de que comprende lo delicado del asunto de Taiwán", señaló.
El mes pasado, Trump conversó por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping. La oficina del presidente electo indicó entonces que él dijo creer que los dos podrían tener "una de las relaciones más firmes entre ambos países".