Washington/Seúl
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, confirmó este martes que Corea del Norte probó un misil balístico intercontinental por primera vez, hecho que consideró como una amenaza hacia Estados Unidos y sus aliados.
"Estados Unidos condena firmemente el lanzamiento de un misil balístico intercontinental por Corea del Norte. La prueba de un IBCM representa una nueva escalada en la amenaza hacia Estados Unidos, nuestros socios y aliados, la región y el mundo", dijo Tillerson en un comunicado.
Estados Unidos "nunca aceptará una Corea del Norte con armas nucleares", agregó el jerarca.
La posesión, por parte de Pionyang de un IBCM en funcionamiento -algo que el presidente Donald Trump había prometido que no ocurriría- representa un hito para el régimen comunista de este estado aislado internacionalmente.
También podría alterar dramáticamente los cálculos de los países que buscan impedir el avance militar de Corea del Norte.
En su declaración, Tillerson calificó al gobierno de Pionyang de "régimen peligroso" y dijo que Estados Unidos buscará "medidas más fuertes" en el Consejo de Seguridad de la ONU para responsabilizarlo por el último lanzamiento.
Etapa final
Corea del Norte aseguró este martes haber disparado con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM), lo que representaría una nueva etapa crucial para alcanzar el objetivo de tener a su alcance el territorio de Estados Unidos.
El misil intercontinental desarrollado por Corea del Norte es capaz de transportar "una cabeza nuclear grande y pesada", indicó este miércoles la agencia oficial norcoreana.
El cohete lanzado en un momento decisivo para las ambiciones nucleares de Pionyang era capaz de alcanzar Alaska, según expertos independientes. La agencia oficial KCNA citó al líder norcoreano Kim Jong-Un asegurando que la confrontación con Estados Unidos ha entrado en la "etapa final".
El lanzamiento fue un "regalo" a los "bastardos estadounidenses" por el Día de la Independencia, el 4 de julio, dijo Kim Jong-Un, según la misma agencia.
Tras supervisar el lanzamiento personalmente, agregó la agencia oficial, Kim dijo que "los bastardos estadounidenses no van a estar muy contentos con ese regalo enviado por el aniversario del 4 de Julio". Riéndose a carcajadas, agregó que "debería enviarles regalos de vez en cuando para ayudarlos a salir de su aburrimiento".
El ensayo provocó una fuerte reacción del presidente estadounidense, Donald Trump, que pidió a Pekín, principal aliado de Pionyang, "acabar con esta tontería de una vez por todas".
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Y horas después, Washington solicitó una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, que debería celebrarse el miércoles en la tarde.
El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, condenó la nueva prueba hecha por Corea del Norte. "Esta acción es una violación descarada de las resoluciones del Consejo de Seguridad y constituye una peligrosa escalada de la situación", señaló Guterres en un comunicado.
Añadió que la "dirigencia de Corea del Norte debe abandonar sus acciones provocativas y cumplir completamente con sus obligaciones internacionales".
Por su parte, Rusia y China instaron a Corea del Norte, en un comunicado común, a establecer una "moratoria" sobre sus pruebas nucleares y lanzamientos de misiles, y a Estados Unidos a frenar sus ejercicios militares en la región, para bajar la tensión.
Los dos países pidieron "a todas las partes moderación y renunciar a los actos provocadores y a la retórica guerrera", indicaron sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores en un comunicado común, tras un encuentro en el Kremlin entre los presidentes ruso Vladimir Putin y chino Xi Jinping.
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Pionyang, que realizó cinco ensayos nucleares y dispone de un pequeño arsenal atómico, busca dotarse con misiles intercontinentales (ICBM) para alcanzar el territorio estadounidense y hacer frente así a lo que define como amenaza de una invasión de los 28.000 soldados que tiene desplegados Estados Unidos en Corea del Sur.
El lanzamiento "histórico" del misil Hwasong-14 fue supervisado por el líder Kim Jong-Un, según un boletín informativo especial de la televisión estatal norcoreana.
Corea del Norte es "una potencia nuclear fuerte" dotada de un "muy poderoso ICBM que puede alcanzar cualquier lugar del mundo", aseguró la televisión estatal norcoreana. El misil subió hasta una altitud de 2.802 km y sobrevoló una distancia de 933 km, precisó.
Todos los expertos concuerdan en los avances notables de los programas balístico y nuclear de uno de los países más aislados del mundo, desde la llegada de Kim al poder en 2011.
Este lanzamiento, detectado por la mañana por las fuerzas surcoreanas, japonesas y estadounidenses, provocó una fuerte respuesta de Donald Trump. "¿Acaso este tipo no tiene nada mejor que hacer con su vida?", escribió en tuit en alusión a Kim Jong-Un.
El "misil balístico no identificado" fue lanzado desde un sitio cercano a Banghyon, en la provincia de Phyongan Norte, fronteriza de China, indicó por su lado el Estado Mayor Conjunto surcoreano en un comunicado. El proyectil cayó en el mar Oriental, como los coreanos llaman al mar de Japón.
El ejército estadounidense afirmó que se trataba de un proyectil de alcance intermedio y que voló durante 37 minutos.
Las Fuerzas Armadas rusas también concluyeron que se trató de un misil balístico de mediano alcance.
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David Wright, científico miembro de la asociación Union of Concerned Scientists, estimó sobre la base de los datos disponibles que el proyectil efectuó potencialmente una trayectoria "muy curvada" y que "podría alcanzar como máximo unos 6.700 km con una trayectoria estándar".
"Este rango no es suficiente para alcanzar los 48 Estados (situados al sur de Canadá) o las islas más grandes de Hawai, pero sería suficiente para alcanzar Alaska", agregó.
"Este disparo muestra claramente que la amenaza aumentó", declaró por su parte a los periodistas el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se reunirán esta semana al margen del G20, agregó Abe: "Aliento también al presidente (chino) Xi Jinping y al presidente (ruso Vladimir) Putin a tomar más medidas constructivas", continuó.
El presidente surcoreano, Moon Jae-In, que defiende una política de sanciones hacia Corea del Norte combinada con esfuerzos para que Pionyang regrese a la mesa de negociaciones, advirtió al Norte que hay una "línea roja" que no debe cruzar.
"Espero que Corea del Norte no llegue al punto de no retorno", dijo.
La Unión Europea anunció, por su parte, que podría imponer nuevas sanciones a Corea del Norte.