HONG KONG
Los manifestantes pasaron una noche de lunes a martes tranquila cantando mientras bloqueaban calles en Hong Kong, en una demostración sin precedente de desobediencia civil para impulsar exigencias de reformas democráticas verdaderas.
Pero las autoridades anunciaron que las escuelas en algunos distritos de Hong Kong permanecerían cerradas el martes debido a preocupaciones relacionadas con la seguridad, al tiempo que se cancelaron decenas de rutas de autobuses y se cerraron algunas estaciones del metro cercanas las áreas de protesta.
Medios de prensa locales reportaron que los organizadores de la manifestación prometieron aumentar las protestas si el gobierno no había respondido a sus exigencias para el miércoles, cuando se celebra el Día Nacional de China.
Cientos de personas realizaron este lunes por la noche un vigilia con "luz de celulares", agitando sus resplandecientes teléfonos móviles en momentos en que la protesta se extendía a su cuarto día. Multitudes entonaban lemas exigiendo la renuncia del impopular líder de la ciudad, el jefe ejecutivo Leung Chun-ying, y cantaban himnos por la libertad.
"Los estudiantes están defendiendo el derecho al voto por el futuro de Hong Kong. No tenemos miedo, no estamos atemorizados, nosotros simplemente luchamos por ello", dijo Carol Chan, empleada de la administración pública de 55 años quien tomó dos días de descanso para unirse a las protestas después de enojarse ante el uso de gas lacrimógeno por parte de la policía el domingo.
Estudiantes y activistas han acampado desde la tarde del viernes, exigiendo que Beijing otorgue reformas democráticas a la ex colonia británica.
El gobierno dijo que había cancelado una exhibición de juegos pirotécnicos para la celebración el miércoles del Día Nacional. El jueves también es día festivo, y se espera que incluso más gente inunde las calles.
La policía dijo que usó 87 granadas lacrimógenas el domingo, en lo que calificó como una respuesta necesaria pero mesurada ante los manifestantes que estaban atravesando acordonamientos y barricadas. Las autoridades señalaron que 41 personas resultaron heridas, incluidos 12 policías.
"Algunos manifestantes violentos fueron a la carga sobre acordonamientos policiacos, así que la policía tuvo que utilizar la fuerza mínima para ampliar la distancia en ese momento entre los manifestantes y también la policía", dijo Cheung Tak-keung, comisionado asistente de la policía encargado de operaciones.
La atmósfera fue más festiva el lunes mientras multitudes en continuo cambio bloqueaban las avenidas principales. La gente entraba y salía de los campamentos, algunos llevando alimentos y bebidas, mientras que otros iban a buscar sus propias provisiones. Algunos estudiantes de secundaria, vestidos de uniforme, se sentaron sobre el pavimento para realizar sus tareas escolares.
"Ya es el cuarto día, así que es realmente agotador", dijo Ching-ching Tse, un estudiante de 24 años de la Universidad Cina de Hong Kong, quien estaba en su segundo día recolección de basura en el área de protesta con sus amigas. "Así que estamos formando algunos grupos y esperamos hacer algunos cambios y realizar turnos".
Aunque muchos residentes de Hong Kong apoyan los llamados a una mayor democracia, a otros les preocupa la intranquilidad.
"Estoy firmemente en desacuerdo con los manifestantes", dijo una mujer de edad avanzada quien sólo se identificó por su apellido, Chan. "Aquellos de nosotros que llegamos a la ciudad hace 60 o 70 años no teníamos nada y trabajamos y sufrimos mucho para convertir a Hong Kong en la ciudad rica que es hoy. Y ahora los manifestantes han hecho que nuestra sociedad sea inestable. Para mí, poder comer y dormir es un lujo. No necesito democracia. ¿Qué significa?"
Muchos habitantes jóvenes de Hong Kong que crecieron en una era de abundancia y sin experiencia de la pasada agitación política en la parte continental de China tienen expectativas más altas.
Según un acuerdo establecido en 1984, antes que la mayoría de ellos hubiera nacido, Beijing prometió libertades civiles a los habitantes de Hong Kong —no vistas en el resto de China— después de tomar el control de la ciudad de 7,1 millones de habitantes en 1997.
Los manifestantes están desalentados por la decisión tomada por China el mes pasado de que los candidatos en la primera elección del líder principal en la historia de la ciudad deben ser seleccionados por un comité formado mayormente por magnates pro Beijing.