Tokio. AP Los japoneses verán el lunes un raro mensaje a la nación del emperador Akihito, luego de que aparecieron informes de que abdicaría en los próximos años.
Inicialmente, esto cayó como balde de agua fría, pero muchas personas lo tomaron a bien porque lo ven como un merecido descanso para el querido monarca de 82 años.
En un video pregrabado, Akihito hablará sobre sus tareas como “emperador símbolo”, tal como está estipulado en la Constitución, dijeron funcionarios del palacio.
Akihito probablemente evitará usar el término abdicación, que involucraría un proceso político y legal del que no puede hablar.
Akihito todavía trabaja, aunque sus ayudantes han pasado algunas de sus tareas al príncipe Naruhito, el mayor de sus dos hijos y probable sucesor. Sin embargo, Akihito ha hablado de su edad en los últimos años, y ha admitido haber cometido pequeño errores en ceremonias.
Durante el aniversario del fin de la II Guerra Mundial, el 15 de agosto del 2015, Akihito comenzó a leer un comunicado cuando tenía debía observar un minuto de silencio.
Después de la sorpresa inicial, el público tomó bien la noticia de abdicación, ya que –dicen– el emperador merece disfrutar su retiro.
Anular la prohibición de abdicación, práctica heredada de la Constitución previa a la guerra, también acercaría la vida imperial al público.
“Cambiar eso reflejaría la realidad de la sociedad japonesa, primero que nada, el sentir de casi toda la gente sobre el trabajo y la vida y la carrera profesional”, dijo Robert Campbell, profesor de la Universidad de Tokio y experto en historia japonesa.
De acuerdo con un sondeo nacional, realizado este mes por teléfono por la agencia Kyodo News, casi 90% de los encuestados dijeron que se le da mucho trabajo a Akihito, mientras que 85% dijo que la abdicación debería de ser legalizada como opción para Akihito y sus sucesores.