Seúl
Corea del Norte prometió este miércoles acelerar sus programas militares prohibidos en respuesta a las "maléficas" sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU tras su sexto ensayo nuclear.
"La adopción de otra 'resolución sobre sanciones' ilegal y maléfica impulsada por Estados Unidos permite a la RPDC comprobar que el camino que ha elegido adoptar es absolutamente correcto", indicó el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores en un comunicado publicado por la agencia oficial KCNA, refiriéndose al país por las iniciales de su nombre oficial, la República Popular Democrática de Corea.
"La RPDC redoblará sus esfuerzos para aumentar su fuerza con el fin de proteger la soberanía del país y su derecho a la existencia", agregó el ministerio.
El Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad el lunes la octava serie de sanciones para presionar a Corea del Norte para que renuncie a sus programas balístico y militar prohibidos.
El texto prevé un embargo sobre las exportaciones de gas hacia Corea del Norte, una limitación de las exportaciones de petróleo y de productos refinados y la prohibición de las exportaciones norcoreanas de textil.
Hace poco más de un mes, el Consejo de Seguridad había aprobado sanciones para privar al régimen norcoreano de un tercio de sus ingresos, esto es, $1.000 millones anuales (834.800 millones de euros).
El ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores consideró que la resolución es "una provocación odiosa que busca privar a Corea del Norte de sus derechos legítimos a la autodefensa y asfixiar su Estado y a su población mediante un bloqueo económico total".
En Seúl, el ministerio de Unificación afirmó, sin embargo, que se trata de la "respuesta más moderada [de Pyongyang] a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU".
Un portavoz de Comité para la Paz entre Corea del Norte y el Pacífico (KAPPC), un organismo norcoreano, denunció sin embargo "la odiosa resolución de sanciones". "Las fuerzas armadas y el pueblo de Corea del Norte piden unánimemente que los yanquis, principales responsables de haber propiciado la 'resolución de sanciones', sean apaleados a muerte como perros rabiosos".
Washington y sus aliados esperan que el endurecimiento de las sanciones obligará al régimen de Kim Jong-Un a regresar a la mesa de negociaciones, pero algunos expertos expresaron su escepticismo en cuanto al alcance del texto y subrayaron que las sanciones anteriores no habían impedido que los programas nuclear y balístico progresaran de manera espectacular.
La administración estadounidense quería imponer a Corea del Norte un embargo total sobre sus importaciones de petróleo y congelar los bienes de su dirigente, aunque tuvo que acordar unas medidas menos duras para lograr el acuerdo de China y Rusia en el Consejo de Seguridad.
La nueva resolución prevé limitar las entregas de petróleo a Corea del Norte a su nivel de los 12 últimos meses.
El texto prohíbe, además, la concesión de nuevos permisos de trabajo a los cerca de 93.000 norcoreanos que trabajan en el extranjero y constituyen una importante fuente de ingresos para el régimen.
Después de haber probado dos misiles intercontinentales en julio, Corea del Norte efectuó el 3 de septiembre su sexto ensayo nuclear, el más importante hasta la fecha. Pyongyang afirmó haber probado una bomba H suficientemente pequeña para ser instalada en un misil.
Según expertos del sitio estadounidense 38 North, vinculado a la Universidad John Hopkins, la energía liberada esa bomba fue de "cerca de 250 kilotoneladas", 16 veces la potencia de la bomba que arrasó la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945.