Pekín
La angustia por el estado de salud del disidente chino y premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, enfermo de cáncer de hígado, aumentó este jueves después de que el hospital donde recibe tratamiento anunciara el "deterioro" de su función hepática.
Según allegados de Liu, de 61 años, este se encuentra ahora cerca de la muerte.
El disidente salió de prisión el mes pasado y fue hospitalizado después de que se le diagnosticó en mayo un cáncer de hígado en fase terminal.
Liu fue condenado en el 2009 a 11 años de cárcel por "subversión" tras haber reclamado reformas democráticas en China. Le concedieron el premio Nobel de la Paz en el 2010. Figura destacada del movimiento prodemocrático en China, fue uno de los autores del manifiesto llamado Carta 08, que exigía elecciones libres.
ONG y la familia de Liu acusaron a las autoridades de haber esperado a que se degradara su estado de salud antes de liberarlo.
Varios países occidentales presionaron a China para que permitiera a Liu recibir tratamiento en el extranjero.
Las autoridades locales se negaron, pero anunciaron el miércoles que el hospital de Shenyang, en el noreste de China, había invitado a prestigiosos oncólogos, estadounidenses y alemanesa viajar ahí para tratar al disidente.
Degradación de salud. El hospital universitario número uno de Shenyang indicó este jueves en su página internet que la función hepática del hígado de disidente "se deterioró".
El centro también señaló que podría tener un coágulo de sangre en un músculo de la pantorrilla, y que, como consecuencia de ello, un grupo de especialistas modificó su tratamiento.
Un equipo de médicos dirigido por un prestigioso experto en el cáncer de hígado "informó a su familia de su estado de salud", agregó.
Amigos de Liu y su mujer - la poetisa Liu Xia - publicaron una carta abierta pidiendo permiso para visitarlo "a título humanitario".
"Quedamos sorprendidos y asustados hoy cuando supimos que la salud de Liu Xiaobo se deterioró", indicó el texto, firmado por 44 intelectuales, escritores y activistas.
"Estamos profundamente entristecidos, y nos damos cuenta de que Liu Xiaobo no vivirá por mucho tiempo, tememos que muera pronto", continuó la carta. "Necesitamos urgentemente poder aportar a Liu Xiaobo y a su Liu Xia la atención y los deseos de sus amigos".
Al descubrirse el trato dado a Liu Xiaobo salió a la luz la suerte que corren los disidentes y abogados en China, cuya represión se ha intensificado desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping, a finales del 2012.
"Todo esto indica que (Liu) parece vivir actualmente sus últimos días", expresó Patrick Poon, investigador para Amnistía Internacional, que asegura haber hablado con amigos del premio Nobel.
El trato al disidente es "inhumano", aseveró Poon. Según él, Liu tiene "cada vez menos esperanza de poder recibir un mejor tratamiento médico". "El Gobierno quiere que muera en China", concluyó.