Seúl y Naciones Unidas
Estados Unidos pidió este domingo sanciones más fuertes contra Corea del Norte tras el lanzamiento de un nuevo misil, el primer test balístico del régimen comunista desde la investidura de un nuevo presidente en Corea del Sur.
El cohete, lanzado desde la estación de Kusong, en el noroeste del país, fue disparado hacia las 5:30 a. m. local (2:30 p. m. hora de Costa Rica) y recorrió cerca de 700 kilómetros antes de caer en el mar de Japón, indicó el Estado Mayor Conjunto de Seúl.
"Que esta nueva provocación sirva de llamamiento a todas las naciones para implementar sanciones mucho mas fuertes contra Corea del Norte", pidió la Casa Blanca en un comunicado.
El misil impactó "tan cerca de suelo ruso (...) que el presidente no puede imaginar que Rusia esté contenta", añadió la Casa Blanca.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso afirmó más tarde que el proyectil se había estrellado a unos 500 km de su frontera y que "no representa ningún peligro" para el país, según un comunicado difundido por las agencias de prensa de Rusia.
Poco antes, el Kremlin dijo que los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, expresaron su preocupación "por la escalada de tensiones" durante una reunión en Pekín.
China reaccionó pidiendo "moderación" y recordó que "se opone a la violación, por parte de Corea del Norte, de las resoluciones del Consejo de Seguridad", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Por su parte, la Unión Europea (UE) afirmó que este lanzamiento norcoreano supone una "amenaza para la paz y la seguridad internacionales".
Horas más tarde, los gobierno de Estados Unidos y Japón solicitaron la convocatoria de una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dijeron fuentes diplomáticas en Nueva York.
Según la delegación de Uruguay, que en mayo ejerce la presidencia del Consejo, la reunión se realizaría el martes.
"No hay ninguna excusa que justifique las acciones de Corea del Norte. (El misil) cayó cerca de Rusia. China no puede tener expectativas en el diálogo. La amenaza es real", tuiteó el domingo de mañana la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, cuyo gobierno reclama desde hace semanas un fortalecimiento de las sanciones y un endurecimiento de la posición de China, principal aliada de Pionyang.
"Lo que haremos es continuar apretando las tuercas (...). Seguiremos, ya se trate de sanciones, de declaraciones a la prensa, haremos todo lo que deba hacerse", insistió Haley en la cadena de televisión estadounidense ABC.
Vecinos preocupados. Tras el lanzamiento, el nuevo presidente sucoreano, Moon Jae-in, investido esta semana, convocó una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad.
"El presidente (...) expresó su profundo pesar después de la provocación insensata del Norte, lanzada solo días después del inicio de un nuevo gobierno en el Sur", dijo un portavoz presidencial.
"El Comando del Pacífico de Estados Unidos detectó y rastreó un lanzamiento de misil de Corea del Norte", expresó el organismo en un comunicado, y explicó que el tipo de misil todavía era objeto de evaluación.
Se trata del segundo lanzamiento de un cohete en cerca de dos semanas y del primero desde que Moon Jae-in llegó al poder. En febrero, Pionyang, lanzó uno desde la misma posición, que logró recorrer cerca de 500 kilómetros.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el disparo del domingo como "totalmente inaceptable" y de "grave amenaza" para Tokio.
El misil se mantuvo en el aire durante una media hora, antes de caer en el mar de Japón, situado entre los dos países, informó el portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga. Otro misil de prueba lanzado en marzo también cayó en una zona muy cercana a Japón, desatando alarma en Tokio.
Desde el año pasado, Corea del Norte ha realizado dos tests nucleares y decenas de pruebas de misiles balísticos, en su intento de desarrollar armamento que pueda alcanzar el territorio de Estados Unidos.
Washington advirtió de que todas las opciones militares están sobre la mesa, aunque recientemente Donald Trump suavizó su discurso y dijo que estaría "honrado" de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
En su discurso de investidura, Moon, que a diferencia de sus predecesores es favorable al diálogo con el Norte, dijo estar dispuesto a visitar Pionyang si se dan las "circunstancias" adecuadas. Pero este domingo el nuevo presidente señaló que el diálogo sólo será posible si "el Norte cambia de actitud".
El sábado, una alta funcionaria de la diplomacia de Corea del Norte, Choe Son-Hui, jefa del la oficina para Norteamérica del Ministerio de Relaciones Exteriores, aseguró que el régimen de Pionyang aceptaría contactos con Estados Unidos si se dan las "condiciones adecuadas".