San Salvador
Un total de 28 niños acompañados de sus madres llegaron este lunes a El Salvador y Honduras, 14 a cada país, deportados de Estados Unidos en medio de una crisis humanitaria por la emigración masiva de niños centroamericanos sin la compañía de adultos.
A El Salvador llegaron 14 niños con sus madres, mientras que a Honduras llegaron 11 mujeres adultas y 14 menores, según las autoridades.
En El Salvador, los niños llegaron al aeropuerto internacional Óscar Arnulfo Romero, 44 km al sureste de San Salvador, donde fueron recibidos por personal de migración, trabajadores sociales y otros funcionarios.
"Ellos (las madres con sus hijos) decidieron regresar al país, ellos estaban en el proceso (ante un juez migratorio) y han desistido", declaró el director general de Migración salvadoreño, Héctor Rodríguez.
Tras registrar legalmente su ingreso y sin hacer declaraciones a la prensa, las madres con sus hijos abandonaron la terminal aérea para dirigirse a sus lugares de origen.
En el caso de Honduras, los menores con sus madres fueron recibidos por una misión del gobierno encabezada por la primera dama, Ana García, en Palmerola, una base construida por Estados Unidos en los años 80, a 75 km al norte de la capital.
Desde el 14 de octubre han llegado a Honduras tres vuelos con un total aproximado de 170 personas, entre adultos y niños, en su mayoría al aeropuerto de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, situado 260 km al norte de Tegucigalpa.
El pasado 20 de julio, las autoridades salvadoreñas recibieron a los primeros cuatro niños junto a sus madres, pero se estima que hay unos 450 casos de menores salvadoreños en proceso de repatriación en Estados Unidos.
La vicecanciller para los salvadoreños en el exterior, Liduvina Magarín, declaró que las familias retornadas estaban en centros de detención donde recibieron "todo el apoyo consular" para documentarlos.
"Es una decisión de cada compatriota continuar su proceso o regresar (a El Salvador) y eso es lo que se ha cumplido. Estas familias tomaron su decisión y ya están (aquí)", destacó Magarín.
Para la viceministra, los albergues de detención en Estados Unidos no tienen un ambiente "adecuado" para las madres con sus hijos y en virtud de problemas en la salud que afrontaban los infantes es que tomaron la decisión de regresar.
Desde que se generó la crisis de la migración de niños no acompañados, a inicios de junio pasado, las autoridades salvadoreñas han destacado personal en la frontera sur de Estados Unidos para brindar asistencia consular.
Desde octubre, más de 57.000 niños centroamericanos han cruzado ilegalmente a Estados Unidos sin compañía de adultos, lo que ha desbordado tanto a las autoridades estadounidenses como a las mexicanas, debido a que México es territorio de paso obligado para los migrantes.
Del total, 43.933 menores provienen de El Salvador, Honduras y Guatemala.