Ciudad de Guatemala. ACAN-EFE, AFP AP y Redacción. El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, está cada vez más solo mientras se multiplican las demandas para que renuncie al cargo.
En los últimos días no se le ha visto en público, se esconde de la prensa e inclusive juramentó en privado a los ministros que reemplazaron a los cinco que se alejaron de su gobierno, camino que también emprendieron ocho viceministros.
Además de los reclamos de dimisión, procedentes de un heterogéneo conglomerado de sectores, el mandatario –cuyo periodo expira en enero del 2016– está ahora a expensas de una comisión legislativa que, en un plazo máximo de 60 días, deberá recomendar si debe o no levantársele la inmunidad.
El criterio del panel, constituido el jueves con tres diputados opositores y dos oficialistas, deberá ser sometido a votación por el plenario del Congreso. Se requiere el apoyo de dos tercios (105) de los 158 parlamentarios para quitarle el fuero a Pérez.
El gobernante advirtió el domingo de que no dimitirá y que dará la cara ante los cargos que lo vinculan con un fraude a la administración tributaria.
El caso, conocido como “La Línea”, lo reveló el 16 de abril la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) , entidad adscrita a las Naciones Unidas.
Según la Fiscalía, el jefe de Estado es uno de los líderes de la banda que defraudó el sistema aduanero junto a la exvicepresidenta Roxana Baldetti, quien renunció en mayo y ahora se encuentra en prisión preventiva.
“¡Renuncie ya!” Frente a los monitores de las cámaras de seguridad, en el Ministerio de Gobernación, el presidente observó el jueves la multitudinaria manifestación que, otra vez, volvió a exigirle que “¡renuncie ya!”
Millares de personas, inclusive venidas de los departamentos del interior, convergieron en las calles de la capital para expresar su deseo de ver a Pérez Molina fuera del poder.
Esta demanda se vio reforzada, en la mañana, por declaraciones de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de la Contraloría General de Cuentas.
La primera recomendó al mandatario “presentar su renuncia al cargo con el fin de evitar la ingobernabilidad que traiga como consecuencia la inestabilidad de la nación”.
A su vez, la Contraloría, órgano fiscalizador del gasto público, expresó que Pérez debe dar un paso al costado “en aras de mantener la paz sociales” y evitar “consecuencias insospechables”.
La soledad del gobernante se pone de manifiesto ante el clamor de dimisión que reúne en una sola voz a empresarios, estudiantes, Iglesia católica y la gente de la calle que así lo manifestó en la capital y también la la segunda ciudad del país, Quetzaltenango.
El rector de la Universidad Rafael Landívar , Eduardo Valdés, expresó que “la evidencia de la corrupción es tan insoslayable que no ha quedado otra opción que lo que se está haciendo (presión en las calles).”.
Además de las marchas en la capital, manifestantes bloquearon al menos 10 carreteras en el oeste y norte del país, y varias empresas cerraron sus negocios para sumarse a un paro nacional contra la corrupción.