Ciudad de Guatemala
Guatemaltecos indignados por los escándalos de corrupción que han inspirado movilizaciones de protesta masivas, se aprestan a votar en setiembre en elecciones presidenciales, legislativas y locales, en medio de un clima de hostilidad hacia la política.
El ambiente electoral anticipa un voto de castigo de los 7,5 millones de guatemaltecos convocados para ejercer este derecho el 6 de setiembre, en los comicios para elegir presidente y vicepresidente, 158 diputados, 338 alcaldes y 20 miembros del Parlamento Centroamericano.
"Estamos frente a un contexto político, institucional y electoral atípico y complejo, el cual nunca se había registrado en el siglo XXI", dijo a la AFP el director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos (estatal), Marcio Palacios.
Consideró que los partidos políticos "van a sufrir un voto de castigo, de rechazo e indignación" y advirtió de que los comicios pueden terminar violentamente.
"El pueblo ya no aguanta y puede haber explosiones de violencia por el descontento. Nos preocupa un terremoto social si no hay cambios" para combatir la corrupción, puntualizó Palacios.
Indignación. Los comicios se realizan bajo una crisis desatada el 16 de abril cuando la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad destaparon la operación de una red de altos funcionarios que cobraba sobornos en las aduanas para evadir impuestos.
Un mes después fueron detenidos los presidentes del Banco Central, Julio Suárez, y del Seguro Social, Juan de Dios Rodríguez (este segundo es amigo cercano del presidente Otto Pérez Molina) debido a la adjudicación irregular de un contrato millonario de medicinas.
En medio de los escándalos, los guatemaltecos dudan en entregarle su voto a alguno de los candidatos.
"Yo voy a votar por Juan Lotería (nombre inventado) porque no hay nadie bueno, todos son ladrones y la papeleta será como una lotería con tantos candidatos", dijo en tono sarcástico Ema Arreola, un ama de casa de Ciudad de Guatemala.
"Hasta el momento no sé por quién voy a votar. Es más, estoy pensando en no ir porque da angustia votar con esta gente ladrona", expresó con desconsuelo Luisa Martínez, una vendedora de frutas en la capital, tras reconocer que es la primera vez que siente tanto desánimo ante una elección.
Los escándalos mantienen al Gobierno en la picota, con protestas masivas de ciudadanos indignados, las cuales provocaron la renuncia --el 8 de mayo-- de la vicepresidenta Roxana Baldetti. Su secretario privado, Juan Carlos Monzón, figura como el cerebro de la operación de defraudación aduanera, según la investigación. Ahora se encuentra prófugo.
Simultáneamente a esas pesquisas, la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) acusaron de lavado de dinero y pidieron que se levantara la inmunidad a Édgar Barquín, expresidente del Banco Central y actual candidato a vicepresidente del partido Libertad Democrática Renovada (Líder), favorito en las encuestas para ganar las elecciones con Manuel Baldizón a la cabeza.
La última encuesta divulgada en Guatemala, en mayo pasado, otorgó a Baldizón 30,1% de las intenciones de voto. El sondeo no consultó sobre abstencionismo, aunque 24,3% de los encuestados dijeron que votarían en blanco o nulo.
El estudio de la firma Prodatos fue hecho para el diario Prensa Libre; fue aplicado del 15 al 21 de abril, en los días en que fue revelado el primer escándalo de corrupción. Tuvo una muestra de 1.200 adultos y un margen de error de 2,8%.
Al complejo panorama se suma un informe de la Cicig que insta a las autoridades a cambiar el sistema de financiamiento de los partidos políticos para evitar la infiltración del crimen organizado y la corrupción.
Ese análisis identificó el patrocinio de candidatos por parte del crimen organizado y el narcotráfico, con la intención de obtener protección para sus actividades, controlar información y colocar personal en las instituciones estatales.
Para agravar el panorama, el integrante del colectivo Mirador Electoral, Helmer Velásquez, consideró que el abstencionismo podría crecer ante la escasa oferta de los partidos políticos y su opacidad para reportar sus finanzas.
"Lo que hemos podido ver a través de nuestros observadores es apatía de la población hacia el proceso electoral", afirmó el dirigente.
Según Velázquez, los partidos políticos que participan en la contienda electoral no han presentado propuestas de gobierno "serias y sólidas", y tampoco han revelado al equipo que ocuparía los principales puestos operativos.
En ese sentido, el excanciller Édgar Gutiérrez indicó que la población "se está dando cuenta de que es volver a elegir a otro corrupto por otros cuatro años".
Los expertos estiman además que la baja participación podría obedecer a problemas estructurales, como la falta de acceso a la educación, la marginación y explotación en que viven los indígenas mayas, xincas y garífunas, donde existen las tasas más elevadas de pobreza.