
Managua. AFP, AP y ACAN-EFE. Daniel Ortega podrá aspirar a ser presidente de Nicaragua las veces que quiera, según una propuesta aprobada ayer en primer debate por los diputados del Frente Sandinista (FSLN) y que seguramente tendrá el aval definitivo a comienzos del otro año.
Los 63 diputados sandinistas más un aliado votaron a favor de la reforma constitucional ante el repudio de 26 opositores que dijeron “no” y se retiraron del hemiciclo. Durante la discusión, ante el plenario, el diputado del Movimiento de Renovación Sandinista Enrique Sáenz hizo alusión a Ortega con el “Somoza for ever ”, como se definía a la dinastía que gobernó el país por 40 años.
El mismo Ortega que luchó contra la reelección presidencial ilimitada en su juventud, cuando el país era gobernado por la dictadura de los Somoza, sorprendió al país en noviembre cuando el FSLN propuso, ante la Asamblea Nacional, una serie de reformas constitucionales que allanarían el camino a una reelección sin límites.
La reforma –que modifica más de 40 artículos de la Constitución– se aprobó mientras decenas protestaban en las calles, al denunciar que la nueva norma legal persigue la perpetuación en el poder de Ortega pues le abre el camino para buscar un cuarto mandato presidencial en las elecciones de 2016.
“Democracia sí, dictadura no”, “¿Quién quiere reformas? Nadie”, gritaban los manifestantes, que llegaron hasta la sede del Congreso en Managua, donde lanzaron morteros artesanales e intentaron derribar los portones.
Actualmente, Ortega es considerado el presidente de Nicaragua con más poder desde el dictador Anastasio Somoza Debayle pues su partido domina los cuatro poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral, así como la mayoría de gobiernos municipales. Además, es jefe supremo de la Policía Nacional y del Ejército.
Todo el poder. Ortega fue elegido por primera vez en 1984, durante la Revolución Sandinista (1979-1990), luego de haber sido coordinador de una junta de gobierno.
El líder del FSLN asumió de nuevo el poder en el 2007 para un periodo de cinco años, y en el 2012 renovó el mandato por igual lapso, amparado en un cuestionado fallo dictado por jueces sandinistas de la Corte de Justicia, el 19 de octubre del 2009, que declaró inaplicable, solo para él, la norma constitucional que prohibía la reelección presidencial sucesiva y alterna.
El proyecto fue aprobado sin mayor resistencia por parte de la oposición, debilitada por fraccionamientos internos y falta de liderazgo. Para que la norma entre en vigencia debe ser aprobada en dos legislaturas, una ahora y otra en el transcurso del año venidero.
La iniciativa concede además al Ejército la facultad de controlar el espectro radioeléctrico y satelital, en coordinación con las autoridades civiles, entre otras funciones.
Además, eleva a rango constitucional la ley de concesión para la construcción de un canal interoceánico –adjudicada en junio pasado a la firma china HK Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKDN)– la cual solo podrá ser reformada y derogada con el 60% de los votos legislativos.
Asimismo, prohíbe a los diputados cambiar de partido político bajo pena de perder sus escaños.