Managua
La oposición nicaragüense espera que el acercamiento entre el gobierno del presidente Daniel Ortega y la OEA contribuya a suspender las elecciones del 6 de noviembre, que califican como una farsa, para que se puedan organizar nuevos comicios en 2017 con garantías de transparencia y pluralismo.
"Consideramos que el tema central que pudiera tocarse en el diálogo OEA-gobierno de Ortega es el cumplimiento de la Carta Interamericana Democrática y la suspensión de la farsa electoral para, en un plazo determinado, programar nuevas elecciones", declaró en rueda de prensa Pedro Joaquín Chamorro, en nombre de la opositora Coalición Nacional por la Democracia (CND).
Los opositores piden que las nuevas elecciones sean libres, transparentes, con nuevas autoridades electorales y con observación internacional.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y el gobierno de Nicaragua acordaron el domingo implementar un mecanismo de conversación" para abordar el cuestionado proceso electoral nicaragüense, según comunicados emitidos el domingo por ambas partes.
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La oposición más fuerte al gobierno fue excluida en junio de los comicios a causa de un fallo judicial que los despojó de la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI, derecha) con el cual aspiraban encabezar una alianza electoral.
La sentencia despejó el camino para que Ortega, líder del Frente Sandinista (FSLN, izquierda), se consolidara como único favorito para ganar la contienda, en la que obtendría su tercer mandato sucesivo.
A juicio de la oposición, las conversaciones entre la OEA y el gobierno "son una gran oportunidad para que Ortega rectifique, suspenda la farsa electoral (...) y empiece a reconstruir la institucionalidad democrática" en Nicaragua.
Los opositores esperan, además, que el diálogo con la OEA no sea una "maniobra" del gobierno para evitar la crítica internacional.
Chamorro dijo a la AFP que las elecciones deben ser programadas para el 2017, al considerar que "es demasiado tarde" para que la oposición se incorpore a las programadas en noviembre.
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La disidencia sandinista, que forma parte del también opositor Frente Amplio por la Democracia, apoyó la convocatoria a nuevas elecciones y estimó el domingo que el gobierno debe ver "en este esfuerzo una oportunidad para rectificar radicalmente el rumbo al que está conduciendo al país".
Chamorro, hijo de la expresidenta Violetas Barrios de Chamorro (1990-97), es uno de los 28 diputados de la oposición que fueron destituidos del congreso en julio pasado.