El papa Francisco aseguró este martes que el arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa, es un "hombre de Dios" y que no hay impedimentos para su beatificación.
El proceso de beatificación de Romero se encontraba paralizado desde hace tiempo, pero ha vivido una aceleración desde la elección de Francisco.
El Pontífice argentino explicó que la causa de beatificación de monseñor Romero se encuentra ya en estudio en la Congregación para la Causa de todos los Santos.
Óscar Arnulfo Romero se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos. Considerado "la voz de los sin voz" por denunciar injusticias, Romero fue asesinado de un tiro al corazón cuando oficiaba misa en una capilla del hospital La Divina Providencia el 24 de marzo de 1980, durante la sangrienta guerra civil de El Salvador que se prolongó hasta 1992.
La causa de beatificación de Romero fue abierta en 1993 y, tras varios años de estancamiento en el Vaticano, fue desbloqueada por Francisco en abril de 2013. Ahora se encuentra en manos de la Congregación para la causa de los Santos.
Ahora se necesita que se reconozca el martirio o que se le atribuya un milagro para ser beatificado.
Presidente complacido. El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, se mostró complacido de que el Papa Francisco considerara que no hay impedimentos para la beatificación del arzobispo Romero, de la orden de los Jesuitas, asesinado por fuerzas de ultraderecha.
"Los salvadoreños se sintieron felices porque tuvimos la grata noticia del papa Francisco de que no existe ningún obstáculo para la beatificación de monseñor Romero y él afirma que es un hombre de Dios", dijo el mandatario en un acto en el aeropuerto internacional del país, que lleva el nombre del arzobispo Romero.
Sánchez Cerén, exdirigente guerrillero del oficialista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacinal, aseguró que El Salvador, "la tierra donde vivió el martirio" Romero, también recibirá sus bendiciones para que el país "salga adelante en temas tan importantes como la seguridad y el crecimiento económico".
El pasado domingo la iglesia católica salvadoreña dió por iniciado un "trienio" dedicado a honrar la memoria de Romero, el cual concluirá el 15 de agosto de 2017, cuando se cumplen cien años del natalicio del asesinado arzobispo.
Durante el primer año, las parroquias de todo el país se dedicarán a promover una catequesis sobre la persona de monseñor Romero "como hombre de Dios", el segundo como "obispo y hombre de la iglesia" y el tercer año como "servidor de los pobres".
Oscar Arnulfo Romero fue ordenado sacerdote en Roma en 1942 y 28 años más tarde recibió el orden espiscopal. Asumió como arzobispo de San Salvador en 1977 y su lucha siempre fue en favor de los más pobres. "Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño", dijo poco antes de su muerte.