El diario digital nicaragüense Confidencial denunció el viernes que es víctima de intimidación y espionaje por parte del Ejército de ese país, que ha tratado de obtener información sobre el funcionamiento de ese medio y la seguridad de su sistema informático.
El director de la publicación, Carlos Fernando Chamorro Barrios, presentó la queja ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), y expuso concretamente supuestas coacciones del Ejército y del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, en el poder) a dos empleados, con el fin de que proveyeran datos sobre el medio.
Según Chamorro, exdirector del desaparecido diario sandinista Barricada, los dos empleados fueron abordados, por separado, por un oficial militar y dirigentes del FSLN, pero "se negaron a brindarles la información requerida a través de medios ilegales e inmorales". El periodista indicó que los trabajadores eran uno del área administrativa y el otro de la parte técnica. Se reservó la identidad de ambos.
De acuerdo con la denuncia, Confidencial y el programa de televisión Esta Semana, que también dirige Chamorro, "han sido objeto de una escala de intimidación", cuyo fin "es restringir la libertad de información y de expresión en Nicaragua".
Chamorro enumeró, entre otras acciones, campañas de los medios oficialistas y allegados para desacreditar a sus periodistas, "agresiones físicas y amenazas directas e indirectas", coacciones legales por parte del Estado, "bloqueo sistemático al acceso a la información (...) y actividades ilegales de espionaje político" contra el personal periodístico.
En la denuncia ante el Cenidh, Confidencial destacó que esa intimidación y acoso se han extendido a empleados de las áreas administrativa y técnica.
Confidencial mantiene una línea crítica, de investigación y denuncia sobre hechos políticos, ambientales, corrupción y otros. Por ejemplo, ha informado ampliamente sobre el trato a los migrantes indocumentados que intentan entrar en Nicaragua para seguir rumbo a Estados Unidos, la deforestación en áreas protegidas como la Reserva Biológica Indio Maíz, la violencia contra la población miskita en la costa del Caribe y la represión de los grupos que se oponen a la construcción de un canal interoceánico.
Contacto con empleados. El director del periódico señaló que en setiembre dos trabajadores fueron contactados por un oficial del Ejército y dirigentes del FSLN con el fin de que les sumistraran datos sobre la operación del medio, con fines de "espionaje político".
Los sandinistas pidieron información sobre personas y placas de vehículos que ingresan a Confidencial, así como de funcionarios que visitan el periódico para entrevistarse con redactores, visitantes extranjeros y dirigentes de grupos sociales.
Por su parte –agregó Chamorro–, el teniente primero Wálter Ramón Abarca demandó al empleado del área técnica que colaborara con la entrega de datos relacionados con las condiciones de seguridad en las oficinas del periódico, entorno de trabajo de los redactores y asuntos que discuten e investigan los periodistas.
El militar también le pidió información sobre la seguridad informática y claves de acceso al sitio web de la publicación.
Vilma Núñez, presidenta del Cenidh, descartó la posibilidad de elevar el caso ante la Justicia pues, afirmó, la experiencia demuestra que "no hay posibilidad de una investigación (...), ni que el Gobierno asuma su responsabilidad".