San Salvador
Policías y militares de El Salvador borraron este martes los grafitis estampados por las pandillas en la ciudad de Quezaltepeque, 25 km al norte de San Salvador, en el marco de una ofensiva que busca recuperar zonas dominadas por esas bandas, constató un periodista de la AFP.
"Vamos a borrar esas leyendas cuantas veces sea necesario", declaró a la prensa el subcomisionado de la Policía, Óscar Nuila, durante la jornada realizada en la comunidad Los Izotes, una zona con presencia de la Mara Salvatrucha MS-13.
Los efectivos de seguridad, con rostros cubiertos, armados con fusiles de asalto, brochas y recipientes con pintura, procedieron a eliminar letreros y símbolos, incluida una gigantesca cruz negra grabada en memoria de pandilleros muertos.
De un extenso muro de ladrillo fue borrada una inscripción con letras negras que decía "Mara Salvatrucha" y sobre la pintura blanca un soldado escribió la palabra "paz".
En Los Izotes, según la policía, la Mara Salvatrucha asedia una escuela pública para reclutar niños, a quienes luego ordena recoger extorsiones o servir como informantes.
Según Nuila, el borrar mensajes y símbolos de las pandillas forma parte de un trabajo "preventivo" para llevar "tranquilidad a la población".
El oficial recordó que desde finales de marzo se aplican diferentes medidas extraordinarias para combatir la violencia de las pandillas, como las operaciones para capturar a cabecillas acusados de diferentes delitos.
Este mismo martes, en Los Izotes, fueron detenidos dos pandilleros acusados de agrupaciones ilícitas.
Las pandillas, que se mantienen de las extorsiones, cuentan con unos 70.000 miembros, de los cuales 13.000 están encarcelados, según estimaciones oficiales.
Las autoridades atribuyen a la pandillas la mayor parte de los casi 20 homicidios por día que se acumulan en lo que va del año y que convierten a El Salvador en una de las naciones sin guerra más violentas del mundo.