San Salvador. ACAN-EFE y AP. El Salvador ultima los detalles de una gran ceremonia para beatificar al asesinado arzobispo monseñor Óscar Arnulfo Romero , quien sus compatriotas ya veneran como su “santo”.
Con el propósito de facilitar la participación de la feligresía, la Asamblea Legislativa aprobó ayer asueto remunerado para el viernes y sábado.
La beatificación tendrá lugar el sábado con la presencia de varios gobernantes extranjeros, entre ellos los de Ecuador, Rafael Correa; Panamá, Juan Carlos Varela, y Honduras, Juan Orlando Hern´ndez, así como otros dignatarios, entre ellos el segundo vicepresidente de Costa Rica, Helio Fallas.
Asimismo, acudirán los cardenales latinoamericanos Óscar Maradiaga, de Tegucigalpa; Leopoldo Brenes, de Managua; José Luis Lacunza, de David, Panamá, y Jaime Ortega, de La Habana.
Los organizadores confirmaron la llegada de 100 obispos del Istmo, Ecuador, Colombia, España, Puerto Rico, Argentina, Alemania, Italia y Australia.
El encargado de la ceremonia será monseñor Rafael Urrutia, salvadoreño, en tanto la misa la presidirá Ángelo Amato, enviado especial del papa Francisco.
Diversos actores. Como parte de los preparativos, las autoridades de El Salvador movilizarán 3.700 agentes de policía y soldados, tres anillos de seguridad y un plan de prevención que involucra a alrededor de 45.000 personas.
La Iglesia contará con la colaboración de 1.400 jóvenes voluntarios, quienes ofrecerán información y apoyo a los asistentes, que –según estimaciones de la Iglesia católica– podrían ser aproximadamente 260.000, que se congregarán en una avenida de la colonia Escalón, en un espacio de más de seis kilómetros.
En la plaza El Salvador del Mundo estarán presentes al menos 5.000 invitados especiales, que serán testigos de la declaración de beato de quien sus compatriotas denominan “san Romero de América”.
De acuerdo con el programa oficial, las actividades comenzarán el viernes con una peregrinación que saldrá de la catedral metropolitana, en el centro histórico de San Salvador, donde se encuentra la cripta de monseñor Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa en la capilla de un hospital para pacientes de cáncer.
La Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas , que investigó la guerra civil (1980-1992) atribuyó la autoría intelectual al fallecido militar Roberto D’Aubuisson, fundador de escuadrones de la muerte y del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Los peregrinos permanecerán en vigilia en la plaza El Salvador del Mundo, donde se construye un templete que ocuparán altas autoridades de la Iglesia e invitados especiales venidos del extranjero, entre ellos jefes de Estado y otras personalidades.
El papa Francisco firmó el 3 de febrero el decreto que reconoció a Romero como mártir de la Iglesia al ser asesinado por “odio a la fe”, con lo cual no fue necesario demostrar que realizó algún milagro para llegar a la beatificación.
Romero fue llamado “la voz de los sin voz” por denunciar la injusticia social y la represión.