Ciudad de Guatemala. AFP y EFE. La vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, renunció ayer al cargo, salpicada por un escándalo de corrupción en el sistema aduanero, en el que ha sido involucrado su exsecretario privado, Juan Carlos Monzón, informó el presidente Otto Pérez.
La renuncia de Baldetti ocurrió dos días después de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le pidió al Congreso evaluar si le retiraba la inmunidad para procesarla por su eventual responsabilidad en el caso de corrupción, que tiene al país en vilo desde hace tres semanas.
“La renuncia, según los motivos manifestados por la vicepresidenta, se circunscribe a una decisión personal con el único interés, al separarse voluntariamente del cargo, de someterse y colaborar con las investigaciones que sean necesarias y, sobre todo, con el debido proceso”, declaró Pérez ayer en conferencia de prensa.
“Su decisión es personal, meditada, difícil y valiente”, aseguró Pérez al hacer el anuncio de la renuncia de Baldetti en la Casa Presidencial.
Esta es la primera vez en la historia política del país que una vicepresidenta renuncia al cargo por un escándalo de corrupción.
Nexo. La Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), ente avalado por Naciones Unidas para sanear el sistema judicial, revelaron el 16 de abril la existencia de una red dedicada a defraudar el fisco desde las aduanas que supuestamente lideraba Monzón, quien está prófugo y presuntamente refugiado en Honduras.
Cuando estalló el escándalo, Baldetti estaba en Corea del Sur en una visita oficial en la que la acompañaba Monzón, quien desapareció desde entonces .
Al regresar a Guatemala, la vicepresidenta se desmarcó del caso y aseguró que desconocía las operaciones ilícitas de su hombre de confianza.
Por el hecho han sido capturados Omar Franco, jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), órgano recaudador de impuestos de Guatemala, y su antecesor, Carlos Muñoz, junto a una veintena de personas, incluidos otros altos funcionarios de la entidad.
Mientras tanto, cientos de personas celebraron ayer en las calles el anuncio con gritos, aplausos y bombetas. En la plaza de la Constitución del Centro Histórico de la capital guatemalteca, la gente llegó poco a poco a festejar.
“¡La renuncia de Roxana es victoria ciudadana!”, gritaban los manifestantes.