Usted ha sido un líder sindical histórico en Honduras y en diversas ocasiones debió oponerse a políticas del Partido Liberal. ¿Por qué ahora sí cree en personas procedentes de ese partido?
Se trata más bien de creer en el proyecto. Estamos confiando en el proyecto, más que en las personas, aunque todo esto depende de personas y eso lo veremos en el gabinete que vaya a conformar Xiomara Castro. Ahí se verá si hay empuje o no. Nosotros (el movimiento social que él dirige) lo hemos dicho: no estamos para un gobierno de Libre que vaya a hacer más de lo mismo, y en las propuestas de Castro está gobernar con un modelo fuera del neoliberal. Eso, para nosotros, es una esperanza porque toda la vida hemos confrontado ese modelo.
¿Qué pasaría si al inicio del gobierno se toman decisiones contrarias a los principios de su movimiento? ¿Dejarían el gobierno?
Nosotros no estaríamos abandonando. Estaríamos desde adentro dando la pelea con la fuerza que tenemos. Xiomara ha propuesto el socialismo democrático, que ha sido un sueño del movimiento social y revolucionario hondureño. Estamos creyendo que desde el poder podemos impulsar una sociedad nueva, una sociedad incluyente.
Habla usted de un movimiento revolucionario. ¿En qué consiste la revolución de Libre?
En Honduras, solo derrotar el bipartidismo es un triunfo. No se puede impulsar un proyecto de cambio desde el bipartidismo. El proyecto es cambiar el modelo, implantar el socialismo, lo cual se hace derogando leyes que han eliminado conquistas del movimiento social, que niegan derechos y que van contra la soberanía.
¿El socialismo de Libre es el socialismo de Venezuela?
Nosotros estamos apoyando un proyecto socialista sin ponerle membrete o copia. Un socialismo estilo Honduras con base en las realidades políticas y económicas del país. No podemos desconocer que este es un pueblo políticamente atrasado, que no se asimila y que los más pobres son los que más se oponen al socialismo. Tampoco podemos desconocer los procesos que se están viviendo en América del Sur; no somos una isla y no podemos negar la inspiración en esos procesos: Venezuela, Bolivia, Ecuador... Son procesos que nos motivan, pero sin copiar, porque la copia sería negativa.
¿Qué pasa si el día de las elecciones el Tribunal Electoral dice que Libre no ganó las elecciones?
El pueblo hondureño, desde el mismo día en que salió a las calles tras el golpe, fue generando un proceso de movilización y simultáneamente de organización. El pueblo fue perdiendo el miedo y fue aprendiendo a luchar organizado, así que ahora tiene experiencia en las luchas en las calles.
”Si Libre gana las elecciones y se quiere negar ese triunfo, el pueblo, las bases de Libre, nadie las va a poder parar y esas bases se van a desbordar y van a ir a las calles a defender el triunfo. ¿Qué puede pasar? No me atrevo a decirlo, pero el pueblo va a defender el triunfo de Libre a cualquier costo”.
¿Cómo se cerciorarían ustedes del triunfo de Libre?
Libre va a tener representación en todo el país, en todas las urnas. Ninguna urna va a quedar sin representación de Libre. Eso nos va a dar el conocimiento para defender el triunfo o aceptar la derrota.