Muchos de los desiertos del actual Iraq, donde se han registrado los combates, fueron tierras fértiles de la civilización sumeria, señaló la organización Earth Policy Institute.
En un documento sobre el avance de la desertización en el mundo, el organismo recordó que la ruta entre Kuwait y Bagdad, por la que pasaron los soldados de la coalición militar, bordea los ríos Tigris y Eúfrates, donde hace 5.000 años vivían los sumerios.
En estas tierras los sumerios desarrollaron sofisticados sistemas de irrigación, construyeron las primeras ciudades, hicieron un lenguaje escrito e inventaron la rueda.
Sin embargo, esos terrenos son ahora paisajes desérticos por donde han discurrido los soldados.
“Los fuertes vientos que soplan en los polvorientos valles fluviales del Tigris y el Eúfrates y sus alrededores provocan asfixiantes tormentas de arena que impiden el movimiento, dificultan la visibilidad y amenazan la vida humana”, de acuerdo con el organismo.
Cambio equivocado
El texto advierte que esa rica región, que era una fértil tierra para el cultivo, se redujo a una zona desértica donde ahora resulta muy difícil sobrevivir, debido a la acción humana.
“Desafortunadamente no es una situación única, la presión de los 6.200 millones de habitantes del planeta está progresivamente volviendo las tierras productivas en suelos erosionados”, según el instituto.
Añade que los 3.000 millones de cabezas de ganado que hay en el mundo provocan que las zonas de pastoreo se hayan alejado más allá de límites sostenibles.
El instituto precisa que no solo en Oriente Medio tienen problemas de desertización, sino que también hay dificultades similares en amplias zonas de Asia y África.
Agrega que todavía unos 2.000 millones de personas en países en desarrollo dependen de la madera como principal energía para cocinar, lo que supone un enorme consumo en árboles, una de las principales causas de la deforestación.