Washington. AFP. Barack Obama defendió con fuerza este miércoles el acuerdo alcanzado con Irán sobre su programa nuclear , y desafió a quienes lo rechazan –en Israel y en el Congreso de Estados Unidos– a proponer otra solución para impedir que la República islámica se dote del arma atómica.
“En realidad, no hay sino dos alternativas: ya sea la vía diplomática o la vía de la fuerza; es decir, la guerra”, dijo el presidente un día después de la conclusión de un histórico acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, más Alemania).
Acusado por detractores de haberse propuesto cerrar un acuerdo a cualquier precio, a 18 meses de su salida de la Casa Blanca, Obama justificó lo negociado en Viena durante una extensa conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Simultáneamente, la diplomacia estadounidense presentó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, un proyecto de resolución sobre el acuerdo sellado en Viena.
Este acuerdo fue saludado de forma casi unánime en la prensa iraní y celebrado en Teherán , donde el jefe de la diplomacia, Mohammad Javad Zarif, fue aclamado como un héroe.
El texto torna prácticamente imposible a Irán desarrollar un arma atómica, aunque le asegura el derecho de trabajar en su programa nuclear civil.
A cambio, la República islámica se beneficiará de un levantamiento progresivo de las sanciones adoptadas desde el 2006 por Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea, y que afectan a su economía.
Garantía. Obama aseguró a sus aliados en la región (en especial Israel, pero también a las monarquías sunitas del golfo Pérsico) estricta vigilancia sobre Irán, y destacó que el acuerdo no elimina las “profundas diferencias” que persisten entre Washington y Teherán.
“Irán sigue representando un desafío a nuestros intereses y nuestros valores”, puntualizó Obama, quien mencionó como ejemplo “el apoyo al terrorismo” o el respaldo financiero a organizaciones como Hezbolá, en Líbano.
Sin embargo, Obama apuntó que Irán tenía un papel importante por desempeñar en la zona, en especial en la búsqueda de una solución a la tragedia humanitaria en Siria.
La situación en ese país, donde el conflicto ha dejado más de 230.000 muertos desde el 2011, es “caótica, hay demasiadas facciones, hay dinero y armas que inundan la zona”, dijo.
Obama insistió en que su gobierno no se propone “normalizar las relaciones diplomáticas” con Irán, rotas hace 35 años.
El acuerdo concluido en Viena deberá permitir a Irán salir rápidamente del aislamiento diplomático en que se halla.
Teherán espera recibir altos empresarios ya en los próximos meses, interesados en las reservas de gas y petróleo en ese país de 78 millones de habitantes.
Alemania ya anunció que su ministro de Economía, Sigmar Gabriel, viajará a Irán este domingo con una delegación de empresarios y científicos.
Por su parte, el Reino Unido expresó su deseo de reabrir su embajada en Teherán antes del fin de año. Y el jefe de la diplomacia de Francia, Laurent Fabius, ya mencionó una próxima visita a Teherán.
En tanto, en Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu denunció lo que consideró un “error histórico”, en referencia al acuerdo.
El líder israelí condenó la conclusión de un acuerdo “con un régimen dictatorial” y dijo estar dispuesto a iniciar una verdadera batalla política en el Congreso estadounidense, donde espera movilizar legisladores para bloquear el levantamiento de sanciones a Irán.
Sus posibilidades de éxito parece por el momento frágiles. Para analistas israelíes, Netanyahu espera sobre todo obtener “compensaciones” militares por parte de Estados Unidos.
Obama admitió este miércoles que Israel tiene “inquietudes legítimas”con relación a su seguridad con relación a Irán. “Pero todas las amenazas se agravan si Irán obtiene un arma nuclear”, dijo el mandatario.